Los Reyes Magos y Olentzero llevan carbón al Arzobispado pamplonés

Pamplona.- Melchor, Gaspar, Baltasar y Olentzero se han reunido esta tarde, convocados por la Plataforma en Defensa del Patrimonio de Navarra, para entregar sendos sacos de carbón al Arzobispado de Pamplona después de que haya "inmatriculado" en el Registro de la Propiedad más de mil inmuebles de numerosas localidades navarras.

Se trata de iglesias y ermitas, pero también de casas parroquiales, cementerios, tierras e incluso algún frontón cuya propiedad esta tarde varias decenas de alcaldes, concejales y vecinos han reclamado que sean devueltas a los pueblos en los que se encuentran.

Los cuatro personajes navideños se han situado ante la puerta principal del Arzobispado tras una pancarta en euskera y castellano en la que se indicaba que mientras persista la "expropiación" continuarán llevando el carbón.

Allí los congregados han escuchado a Gaspar cómo recibieron una carta de un carbonero amigo, al que en esta tierra se llama Olentzero, en la que éste les contaba la "preocupación" que existe por estos hechos.

"Con raras alquimias con los escribanos (la Iglesia) consigue oro incienso y mirra a costa del patrimonio de los pueblos", ha afirmado Gaspar, y ha añadido que "el portal de Belén jamás fue 'inmatriculado' en ningún registro de la propiedad", pero en Navarra "una institución que debería dar ejemplo de pobreza y humildad se ha dedicada a acaparar más de mil bienes del común de los vecinos amparándose en la reforma de una ley que sólo a ellos beneficia".

Por eso, el rey mago ha advertido que cada año volverán mientras este patrimonio no sea devuelto ya que, ha dicho, sus majestades de oriente no quieren entrar "en lugares que no pertenezcan al común de los vecinos" ni quieren que se les identifique "con la mayor inmobiliaria de Navarra y tal vez del mundo entero".

Gaspar ha criticado así este "codicioso camino de privatizaciones" y una "política de acaparamiento masivo de bienes a costa de los pueblos", "nada más lejos de los símbolos del solsticio de invierno" que tanto los Reyes Magos como Olentzero representan y entre ellos "la solidaridad universal".

Antes de abandonar el lugar, donde han estado vigilados por agentes de la Policía Nacional y local, los asistentes han cantado varios jotas y villancicos alusivos en los que se recuerda que el proceder del arzobispado pamplonés al amparo de un Decreto de 1998 es "algo torticero aunque de corte legal" y "lo prohíbe un mandamiento que dice no hay que robar".