Los seguidores de Abdulá intensifican sus protestas en Afganistán

  • Cientos de seguidores de uno de los aspirantes la presidencia afgana, Abdulá Abdulá, protestan hoy por tercer día consecutivo en las calles de algunas ciudades del país por lo que consideran que es un proceso electoral fraudulento.

Kabul, 22 jun.- Cientos de seguidores de uno de los aspirantes la presidencia afgana, Abdulá Abdulá, protestan hoy por tercer día consecutivo en las calles de algunas ciudades del país por lo que consideran que es un proceso electoral fraudulento.

Las manifestaciones más relevantes se están produciendo en Kabul y en la ciudad norteña de Kunduz, donde las oficinas de la Comisión Electoral Independiente (IEC, en siglas inglesas) han tenido que cerrar en previsión de incidentes violentos.

Tras encabezar las votaciones en la primera vuelta, Abdulá concurrió el pasado 14 de junio a la segunda ronda de unos comicios en los que se enfrenta a Ashraf Gani.

Pocos días después, Abdulá denunció fraude en el recuento de los votos y apuntó al organismo electoral.

"Hasta ahora la protesta se desarrolla pacíficamente y los participantes están cantando eslóganes contra lo que creen que es fraude en las elecciones", afirmó cerca del mediodía local el portavoz de la Policía de Kabul, Hashmatulá Stanikzai.

"Queremos nuestros derechos", es uno de los cantos de los seguidores de Abdulá, quien en 2009 ya se retiró de la segunda vuelta de las anteriores elecciones presidenciales ante las evidencias de un fraude masivo.

"Mantendremos las protesta hasta que se oigan nuestras demandas", dijo a Efe uno de los manifestantes en la capital, Nur Mohamed, quien aseguró que "Abdulá ha ganado y no dejaremos que sea víctima del fraude".

Los manifestantes lanzan también consignas contra el secretario de la Comisión Electoral Independiente, Zalilul Haq Amarkhail, que ha sido señalado por Abdulá como principal responsable de las irregularidades en los votos emitidos la semana pasada.

Las protestas se desarrollan en diversas partes de la capital, la mayoría de los comercios en el centro han cerrado por precaución y numerosas calles han sido bloqueadas por los partidarios de Abdulá, que ayer incluso cerraron durante horas la carretera al aeropuerto.

En la ciudad de Kunduz, capital de la provincia homónima, la sede de la IEC cerró cerca del mediodía por temor a que los manifestantes puedan protagonizar algún acto de vandalismo.

"Algunos seguidores de Abdulá han plantado tiendas a la entrada de nuestras oficinas. Entre ellos hay gente armada, y hemos decidido cerrar las instalaciones para evitar incidentes no deseados", afirmó a la agencia local AIP el jefe local de la IEC, Amar Hamza Ahmadzai.

Antes incluso de la primera vuelta electoral, la mayoría de analistas y observadores de los comicios recalcaron la imperiosa necesidad de un proceso transparente y alertaron el riesgo de que cualquier denuncia pudiera degenerar en enfrentamientos violentos.

Ayer, el número dos de Naciones Unidas en Afganistán, Nicholas Haysom, afirmó en rueda de prensa que "expresar las preocupaciones propias es un derecho perfectamente democrático", pero mostró su "preocupación" ante la posibilidad de una evolución violenta.

"Si de las manifestaciones surge cualquier (episodio de) violencia, se podría retrasar el proceso, complicar la tarea de crear confianza y llevar a una espiral de inestabilidad. Podría corroer la moral de las fuerzas de seguridad", avisó Haysom.

"Hacemos un llamamiento a los seguidores de los candidatos para que se abstengan de afirmaciones que puedan inflamar los ánimos o promover la división étnica", añadió el miembro del organismo multilateral.

El pasado jueves, tras lanzar sus acusaciones de fraude, Abdulá pidió la intervención de Naciones Unidas en la monitorización del recuento electoral, una propuesta vista con buenos ojos por el actual presidente, Hamid Karzai, que dejará el cargo tras casi 13 años de mandato.

Hasta ahora, Naciones Unidas ha dado señales de querer mantenerse al margen a pesar de mostrar su disponibilidad a algún tipo de colaboración.

En la primera vuelta electoral, celebrada el pasado abril, Abdulá obtuvo el 45 por ciento de los votos frente al 31 logrado por Gani.

Abdulá, de origen tayiko por ascendencia materna, tiene el apoyo mayoritario de esa etnia, que representa solo alrededor del 25 % de la población afgana pero que suele registrar altas cotas de participación.

Este aspirante, antigua figura de la resistencia contra los soviéticos y luego de la lucha antitalibán, espera también recoger apoyos entre los pastunes tras recibir el respaldo de candidatos de esta etnia descolgados en la primera vuelta.

Por su parte, Gani, de origen puramente pastún, espera contar con el apoyo mayoritario entre este grupo étnico, que integra la minoría más numerosa del país con alrededor de un 44 por ciento de la población, pero que suele registrar una baja movilización electoral.

Una razón de esa poca participación es que los pastunes están muy expuestos a las amenazas de los talibanes, miembros de su mismo grupo étnico, contra quienes participan en las elecciones, consideradas antiislámicas por los integristas.

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