El recibo de la luz amenaza con disparar el IPC y perjudicar al consumo doméstico

  • La factura de la electricidad está detrás del aumento de los precios y amenaza con seguir subiendo con fuerza y empujando el índice al alza.
¿Cómo ahorrar en la factura de la luz?
¿Cómo ahorrar en la factura de la luz?
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El IPC cerró julio en el 2,2%, por encima de los valores normales que en Europa se establecen en torno al 2%, por tercer mes consecutivo. Entre los valores que más han tirado al alza, entre los grandes grupos, destaca la vivienda. Aunque si se hila más fino, el principal causante ha sido la factura de la luz que en pleno verano se ha disparado. De hecho, la nota de prensa del Ministerio de Economía constató "la aceleración de los precios de la electricidad, de 2,7 puntos, hasta el 8,1%".

La evolución al alza del IPC, en este caso, descuadra otra cuenta más importante: el consumo de los hogares y las empresas. Se debe recordar que dicha partida es la que mayor peso tiene en el PIB español, con cerca de un 55%, por lo que podría resentir todavía más el crecimiento del país. Con los salarios creciendo muy poco y un IPC por encima del 2%, el salario real que queda para los consumidores en negativo. El único factor positivo, explica Díez, "es que la tasa de desempleo sigue cayendo, junto al pequeño aumento de los salarios permiten una tasa positiva en el consumo".

El crecimiento del precio de la luz en julio, también a lo largo del año, es un hecho recurrente. La propia CNMC a mitad del mes, decidió estudiar del mercado eléctrico por "el escenario de precios altos que se estaba registrando". El problema va más allá, puesto que los precios futuros, que son un indicador fiable del precio que puede alcanzar el recibo de la luz, están situados en los 60 euros por megavatio, esto es cerca de un 30% más del precio real que marcaba en mayo. De hecho, a dichos precios, el 2018 se convertiría en uno de los años más caros en cuanto a electricidad en las dos últimas décadas.

Las razones del crecimiento desbocado del precio de la luz todavía no han quedado esclarecidas, y es que la CNMC lleva cuatro meses investigando sin ninguna conclusión. El principal sospechoso es que el precio de la energía hidroeléctrica es demasiado alto, pese a que los embalses recuperaron niveles de años atrás. Además, se ha unido que dos centrales nucleares han estado paradas durante meses, dicha energía rebaja el recibo de la luz, el encarecimiento del precio del carbón y la subida de precios que han experimentado los derechos de emisión.

El crecimiento de la factura de la luz en lo que va de año ha sido una de las partidas que más han disparado el IPC. El problema es que la evolución al alza queda escondida gracias a que no aparece como tal, ya que está dentro de la categoría de vivienda. La tasa anual del indicador se compone principalmente por una serie de partidas más grandes que engloban al resto: alimentos, ocio, transporte, vivienda y hoteles. Pese a ello, su papel es importante y su evolución jugará un papel importante en el devenir del indicador.

"Uno de los factores que podría rebajar el IPC, es una caída del precio del petróleo" señala el economista José Carlos Díez. Aun así, el economista no cree que vaya a ser el caso, puesto que el precio se ha mantenido estable en torno a los 70 euros a lo largo de todo el año. Aun así, señala que los precios del crudo "podrían moderarse debido a que el verano es un época en el que la demanda es muy alta". Aun así, el precio del barril está entre un 12 y 15% por encima de los valores medios estimados por el Gobierno.

El aumento del IPC descuadra los presupuestos

La evolución de los precios tiene una gran importancia a la hora de ajustar las previsiones de los datos macroeconómicos del país. El Gobierno utiliza el indicador conocido como deflactor del consumo privado, que mantiene una gran similitud al IPC, y con ello establece el consumo, el volumen de los ingresos, las necesidades de gastos y demás partidas. Todo ello, una vez queda desfasado dicho indicador se descuadran y entonces el equipo económico del Ejecutivo debe cuadrar de nuevo las partidas.

"Es prácticamente improbable que el índice de precios cierre en los niveles previstos por el anterior Gobierno", subraya el economista José Carlos Díez. La primera previsión del Gobierno de Mariano Rajoy se situó en el 1,4%, una cifra muy pequeña comparada con la evolución del IPC que lleva tres meses por encima del 2%. La siguiente previsión fue del 1,8%, aunque fue más realista se aleja de los valores actuales y lo más importante no se ajustaron muchas partidas a dicho desfase. De hecho, las pensiones que se había prometido igualar al IPC, solo se han revisado un 1,5% al alza, según el último plan enviado por el anterior Gobierno a Bruselas.

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