Madrid. Multas de entre 300 y 600 euros a los que hagan ruido por la noche mientras hacen "botellón"


La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid aprobó este jueves el proyecto inicial de la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica, que sanciona por primera vez con multas de entre 300 y 600 euros a las personas que produzcan molestias vecinales por ruido durante la noche mientras consumen bebidas en los espacios públicos, tanto en la vía pública como en los parques.
Además, estas sanciones también se aplicarán en espacios exteriores de titularidad privada y uso público, según explicó en rueda de prensa el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, quien recordó que en el centro de la capital existen incluso calles privadas de uso público.
Gallardón, que se mostró convencido de que esta nueva ordenanza contribuirá a combatir el "botellón", señaló que estas conductas que ocasionen molestias a los vecinos por ruido y distorsionan la convivencia serán sancionadas cuando se produzcan en horario nocturno, es decir, de las 23.00 a las 07.00 horas.
El regidor aseguró que el Ayuntamiento no bajará la guardia con relación al "botellón" y seguirá trabajando con las demás administraciones públicas para poner fin a esta práctica. Agradeció a la Comunidad de Madrid que haya atendido las peticiones de los ayuntamientos en esta materia y haya adoptado medidas como hacer responsables subsidiarios a los padres.
A juicio de Gallardón, terminar con el "botellón" corresponde "a todos, no sólo a las administraciones". A este respecto, destacó "el papel importante a realizar que tienen los padres", no tolerando y reprochando las conductas de los menores que provocan exceso de ruido en la vía pública y rompen la convivencia.
FIESTAS PARTICULARES
La nueva ordenanza sobre el ruido aprobada este viernes, que será sometida a un periodo de información pública de un mes desde y que se espera que sea aprobada definitivamente en enero, según Gallardón, establece además un un nuevo marco para las relaciones de convivencia vecinal, sancionando aquellos comportamientos que causen molestias de ruido a los vecinos.
En este sentido, regula cuestiones como las alarmas, el uso de megafonía en las calles, obras, carga y descarga de mercancías, recogida de contenedores de residuos o fiestas particulares. En este último caso, cuando se superen los decibelios permitidos, al igual que ocurre en otros lugares cerrados, se cesará la fiesta y se impondrá la correspondiente sanción.
Por otra parte, la ordenanza protege especialmente los entornos donde se ubican residencias de mayores o centros sanitarios, de manera que prohíbe expresamente la instalación a menos de 100 metros de todas las actividades recreativas y espectáculos públicos en los que exista música, así como el desarrollo de eventos en la vía pública a menos de 100 metros de los centros sociosanitarios (centros de mayores, residencias, centros sanitarios y centros docentes si el acto se desarrolla en horario escolar).
También contempla la declaración de Zonas de Protección Acústica Especial y Zonas Acústicamente Saturadas por Ocio, e incluye un catálogo de medidas concretas, entre ellas limitaciones a la implantación de nuevos establecimientos de ocio nocturno, horario de cierre anticipado o mayor insonorización de locales.

Mostrar comentarios