Malestar entre los diputados por el toque de atención de la Iglesia

  • Falta de “cordura”, “intromisión impropia” y llamamientos a favor de “la decisión soberana” del Parlamento son algunas de las reacciones de los diputados del Congreso a las declaraciones del secretario general de la Conferencia Episcopal.
Beatriz Toribio
Beatriz Toribio

A nadie le gusta que se critique su trabajo. Así que es de entender que a sus señorías, que próximamente tendrán que votar sobre la reforma de la ley del aborto que quiere sacar adelante el Gobierno, no les ha gustado mucho las declaraciones del secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino. "Intromisión impropia", "palabras inadecuadas" y llamamientos a favor de que la Iglesia respete la "voluntad soberana" del Parlamento son algunas de las reacciones de los diputados cuando han conocido las declaraciones.

El más duro ha sido el diputado de ERC Joan Tarda para quien "este hombre [Martínez Camino] tiene no un problema de salud, pero sí de cordura". Según el diputado catalán, sus declaraciones pueden ofender a muchos católicos, como su madre, que ha luchado por un catolicismo "popular y ligado a la realidad social".

También se ha expresado de forma contundente la diputada del PP Celia Villalobos, de quien se conoce su postura a favor del aborto. "Hay una gran separación entre lo que dice la Iglesia y lo que dicen la política y a partir de ahí los católicos sabrán lo que tienen que hacer", ha dicho Villalobos en los pasillos del Congreso tras dejar claro que esto es "un problema de los católicos y de la Iglesia. Los que no somos católicos haremos lo que consideremos oportuno", añadió.

Otro diputado del PP que se ha pronunciado sobre las palabras de Martínez Camino y que se ha mostrado algo más conciliador ha sido Jorge Fernández Díaz si bien ha dejado claro que él hubiera elegido "otras palabras” para lanzar este menaje porque el lenguaje "choca un poco" en la sociedad actual.Para el vicepresidente tercero del Congreso, católico confeso, "ser católico no es obligatorio y comulgar tampoco", pero que quienes "tienen la autoridad para definir" ambas cosas tienen derecho a hablar de "qué requisitos deben cumplirse".

Por otro lado, su compañera Ana Pastor ha sido más cauta y ha evadido las preguntas de los periodistas recordando que ella considera "que la reforma de la ley del aborto no es necesaria".

Aido: ‘No comment’

Entre los miembros del Gobierno, dos ministras se han pronunciado por este toque de atención lanzado desde la Conferencia Episcopal. Mientras que la responsable de Sanidad, Trinidad Jiménez aseguraba que la Iglesia es "mucho más" que lo que representa Juan Antonio Martínez Campo, su homóloga en el Ministerio de Igualdad, Biviana Aído, prefería poner en práctica el dicho de a palabras necias, oídos sordos: "No contesto a Martínez Camino", zanjó.

También el secretario del grupo socialista, Eduardo Madina, ha mostrado cierto rechazo a las palabras del obispo madrileño y ha pedido a la Iglesia que respete "la decisión soberana del Parlamento". Madina, quien se ha declarado "agnóstico en materia de obispos" asegura que las palabras de Martínez Campo no influirán en el voto de los diputados socialistas en la futura ley del aborto.

Del resto de grupos parlamentarios, destacan las declaraciones del portavoz del PNV en la Comisión de Justicia del Congreso, Emilio Olabarría, para quien esta reacción de la Iglesia es una"intromisión impropia". "Ellos pueden marcar la doctrina religiosa de sus feligreses, pero las materias que deben ser objeto de regulación legislativa son absolutamente ajenas a los designios de la teología", afirmó el diputado del PNV, formación que no ha presentado una enmienda de totalidad al proyecto del Ejecutivo pese a tener una tradición católica conocida.

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