Marca España alerta de la inquietud de los inversores por el debate catalán

  • El alto comisionado para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, ha alertado hoy de la "inquietud" que ha generado el debate independentista catalán en los inversores internacionales y ha asegurado que hay recomendaciones escritas para no invertir en Cataluña "a plazo superior a un año".

Madrid, 20 mar.- El alto comisionado para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, ha alertado hoy de la "inquietud" que ha generado el debate independentista catalán en los inversores internacionales y ha asegurado que hay recomendaciones escritas para no invertir en Cataluña "a plazo superior a un año".

En su comparecencia en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Espinosa de los Monteros ha explicado que se ha reunido en Londres con entidades como Goldman Sachs, Salomon Brothers y JP Morgan y que, en el último trimestre de 2012, constató su preocupación por la situación de Cataluña, lo que se traduce en "decisiones de inversión con reservas".

El debate catalán se unió a la crisis económica como factor que daña a la Marca España tras la Diada del último 11 de septiembre, aunque "afortunadamente", ha dicho, en los dos últimos meses la preocupación por esta cuestión ha disminuido.

"Lo tienen muy fácil para mejorar esa imagen, prescindan de Cataluña; nosotros les vamos a ayudar con todo nuestro empeño", le ha respondido el portavoz de ERC, Alfred Bosch, convencido de que "la mayoría de la población catalana estaría encantada de colaborar en ese objetivo".

Bosch se ha mostrado sorprendido por que un "proceso de autodeterminación democrático" genere más preocupación que los casos de corrupción, pero Espinosa de los Monteros ha insistido en el "deterioro" que supone para la Marca España "que una parte muy importante del país empiece a plantearse una posible secesión".

"Le afecta y en grado sumo", ha subrayado el alto comisionado.

Espinosa de los Monteros ha presentado Marca España como un proyecto inclusivo, a pesar de que Bosch ha denunciado su "cariz nacionalista español".

El diputado de CiU Antoni Pico i Azanza ha defendido por su parte la importancia de otras marcas, como la de Barcelona, y el alto comisionado, que ha reconocido su relevancia a nivel internacional, ha insistido en que su objetivo no es limitarla, sino potenciarla.

En el debate con los nacionalistas catalanes ha intervenido también el portavoz del PP, José María Beneyto, quien ha criticado que ERC hablara del "despilfarro" del Alto Comisionado -que ha estimado que este año necesitará 500.000 euros y que espera conseguirlos de entidades privadas- y que no se cuestione, por ejemplo, la apertura de oficinas autonómicas en el exterior.

Bosch ha criticado expresiones utilizadas por la Marca España, como su objetivo de dotar a la candidatura olímpica de Madrid de "un fuerte sabor español", y ha bromeado sobre si ese sabor es el del ajo, como diría Victoria Beckam.

Beneyto ha entrado en la broma recordándole que el ajo es precisamente un ingrediente muy usado en la gastronomía catalana, como en el all i oli, pero el presidente de la Comisión, Josep Antoni Duran i Lleida, ha intervenido para evitar que el debate derivara en una discusión gastronómica.

El portavoz de ERC ha lamentado también que la página web de la Marca España sólo esté escrita en español y en inglés, aunque Espinosa de los Monteros le ha dejado claro que, si dispusiera de más presupuesto, lo destinaría a traducirla al chino, al árabe o al alemán y nunca a las lenguas cooficiales, porque el público al que se busca convencer de las virtudes del país reside en el exterior.

El alto comisionado ha asumido también la responsabilidad de que en la página no se haga especial hincapié en el franquismo al repasar la historia de España porque su objetivo, ha dicho, es mirar hacia el futuro y mejorar la imagen del país, algo a lo que no contribuye la guerra civil y sus secuelas.

El portavoz socialista, Juan Moscoso, ha garantizado el compromiso de su grupo con la proyección de la imagen del país, pero ha insistido en la necesidad de que el Gobierno "no estropee lo que no estaba estropeado y que se comunique mejor".

Espinosa de los Monteros ha coincidido con esta última petición, aunque ha subrayado que los problemas de comunicación han sido una constante de todos los gobiernos desde la transición.

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