Margallo resalta la necesidad de una estrategia para que España sea valorada

Melilla, 29 jul.- El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha resaltado hoy que España es un gran país, líder en numerosos aspectos en todo el mundo, pero que requiere una estrategia en el exterior para ser considerado como la gran potencia que es.

En una comparecencia sin preguntas en Melilla, donde ha firmado varios convenios con el Gobierno autonómico, García-Margallo ha señalado que lo principal para hacer política es tener una idea de lo que es tu país, para así también poderla dar a conocer en el ámbito internacional.

"Para hacer política exterior en un entorno tan cambiante como el que vivimos tienes que tener una estrategia de política exterior", ha subrayado el ministro.

Según el titular de Exteriores, éste es el motivo principal por el que se ha remitido a las Cortes, por primera vez en la historia democrática española, la Ley de Acción y del Servicio Exterior, que fija cuál es la estrategia, esto es, los objetivos prioritarios de España en el mundo, y que deben coincidir, ha dicho, con "tu idea de proyecto de país".

Para García-Margallo, es necesario establecer cuáles son las fortalezas, las amenazas y debilidades de España; conocer los medios de los que se dispone para llevar a cabo esa política exterior; y fijar un sistema de evaluación "constante" para corregir los errores que se puedan producir.

Ha afirmado que aunque España no es una gran potencia en términos de población, territorio y recursos naturales, y a pesar de que cuenta con "vulnerabilidades" en su frontera sur y en inversiones extranjeras, sí que es un "gran país", y eso es lo que hay que poner en valor.

García-Margallo ha defendido que España es uno de los mejores países del mundo para vivir, para jubilarse y residir en los últimos años de vida, gracias a su clima, su gastronomía y su patrimonio.

La debilidad, según el ministro, está en que a España no se la ve como "un país puntero", sobre todo en materia de inversión en sectores de valor añadido y tecnológico.

El ministro ha destacado el potencial español y ha destacado que España es el primer país en energía renovable y en alta velocidad, aunque en este terreno "las noticias no han sido buenas en los últimos días", en alusión al accidente ferroviario en Santiago de Compostela.

Asimismo, ha aludido a que empresas españolas están construyendo grandes infraestructuras como el canal de Panamá o el tren de alta velocidad La Meca-Medina, en Arabia Saudí, además de la recién conocida adjudicación a un consorcio liderado por una empresa española del metro de Riad o la gestión de un tercio del tráfico aéreo mundial.

Para García Margallo, hay que poner en valor que no sólo que España es un gran país en términos de calidad de vida, sino también en términos económicos, políticos, diplomáticos y culturales.

"La lengua española es la segunda más hablada del mundo después del mandarín, la segunda más aprendida del mundo después del inglés y la segunda más utilizada en las nuevas tecnologías. El español es hoy un idioma de negocios", ha argumentado.

Además, ha apuntado que el Gobierno tiene claro cuáles son sus responsabilidades para garantizar la estabilidad, con la participación de soldados en Mali, Somalia y Líbano, porque lo que pase en estas regiones del mundo es algo que "importa mucho".

Esta "diplomacia militar", según el ministro, debe ser completada también en términos culturales, políticos y dentro de lo que ha denominado como "democracia pública", ejercida, por ejemplo, a través de las casas que el Ministerio de Asuntos Exteriores posee, como son la Casa Sefarad, la Casa Árabe o la Casa del Mediterráneo.

"Estas casas fomentan el diálogo entre sociedades y culturas", ha aseverado el titular de Exteriores, quien ha puesto como ejemplo a Melilla para la difusión de dichos valores.