Margallo subraya que el “ordenamiento británico y el caso escocés son una singularidad que no tienen paragón en la ue”


El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, subrayó este miércoles que el “ordenamiento británico, y el caso escocés, son una singularidad que no tienen paragón en la Unión Europea”.
Durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, el titular de Exteriores destacó la diferencia entre la consulta catalana del próximo 9 de noviembre y la que tendrá lugar mañana jueves en Escocia, tras una pregunta del diputado vasco del Grupo Mixto Xabier Mikel Errekondo, de Amaiur, Gobierno sobre el “ejercicio meramente democrático” que el pueblo escocés realizará con su consulta independentista.
El jefe de la diplomacia española explicó que la consulta escocesa se realiza una vez que ha sido autorizada por el Parlamento británico, el cual, “a diferencia” de otros parlamentos “no tiene límites". “Se ha hecho con estricto derecho a la ley británica” y “no es como el caso español”.
No obstante, el ministro reiteró que “la secesión es mala para Escocia, para el Reino Unido y para la Unión Europea”, pero en concreto, para Escocia sería una “catástrofe”, apostilló.
Por su parte, el diputado vasco señaló que “más allá de resultados” lo “fundamental” es que el Gobierno británico le reconoce como nación soberana y su derecho a expresarse y a la decisión que se tome.
Insistió en que el Gobierno español se ampara en la ley pero no son más que “excusas” porque, a su juicio, “sólo es cuestión de política” permitir las consultas al pueblo catalán y vasco, tierras que fueron “conquistadas a sangre y fuego”.
Sin embargo, reiteró que “es cuestión de tiempo” que estos tres procesos democráticos tengan lugar, porque el pueblo escocés “ha triunfado ya, el futuro está en sus manos”; el catalán “también camina con determinación” y el vasco ya trabaja en ello. Al español, subrayó, sólo le queda respetar y acordar el modo de llevarlo a cabo.
Ante las críticas de Errekondo de que Margallo lanzó “amenazas” contra los dirigentes catalanes sobre las distintas medidas que puede aplicar el Gobierno ante el desafío soberanista, el ministro dijo que son sólo “advertencias” porque hay que cumplir la ley y cualquier representante público también la debe hacer guardar.
Sin embargo, el ministro aprovechó para reprocharle al diputado de Amaiur que muchos de sus amigos del País Vasco están en Madrid porque las “amenazas” que recibieron en su tierra, aludiendo a las de la banda terrorista ETA, "creyeron que iban en serio”.
Sobre la consulta, el titular de Exteriores reiteró que la soberanía corresponde a todo el pueblo porque “lo que decidimos todos juntos, todos juntos” debemos acordar el cambio, y este Gobierno no va a permitir “jugar” con la unidad de España y con la legalidad.

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