CCOO, UGT y Fine, sindicatos con más del 80% de la representación sindical en las entidades bancarias, han pedido a la Asociación Española de Banca (AEB) que el registro de jornada laboral esté automatizado para que su activación no dependa del empleado y acceder a su cómputo horario cada mes con intención de llevar un seguimiento. "Se trata de ir llevando una secuencia del tiempo, evaluar y poder comprobar las horas trabajadas para ver si cumplen su jornada o hacen más", explica el secretario sectorial de Financiero, Seguros y Oficinas de FeSMC-UGT, Roberto Tornamira.
En un sector donde los sindicatos han llevado en el pasado, incluso, a los tribunales la denuncia de excesos de horas no retribuidas, quieren poner coto a dicha práctica si prueban con el registro su persistencia. "Evidentemente reclamaremos una compensación en tiempo libre, esa es nuestra prioridad. Si por el registro de horas se constata que hay un déficit de personal, se buscará la contratación de gente o, en última instancia, que el trabajador pueda cobrar", refiere Tornamira, quien insiste en que la compensación no es la primera opción para un sector "que destruye empleo todos los días" sino reforzar plantillas.
Los tres sindicatos se han unido para plantear a la AEB una propuesta común que toma como "suelo" las condiciones ya pactadas sobre jornada laboral para el antiguo sector de ahorros con la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y que las entidades pondrán en marcha antes del 31 de diciembre.
El acuerdo de ahorro, que afecta a 70.000 empleados en entidades como Caixabank, Bankia, Liberbank, Unicaja, Ibercaja o Abanca y que CECA pactó también con CCOO, UGT y Fine, exige incluir en el sistema los elementos de seguridad que "garanticen la fiabilidad, trazabilidad y accesibilidad del registro, garantizando la imposibilidad de que puedan ser manipulados".
De forma adicional obliga a las entidades a facilitar, "con carácter mensual" y mediante soporte informático, el contenido del registro de los empleados a la representación legal de los trabajadores en su centro de trabajo y del conjunto de la plantilla a la sección sindical. Las entidades de CECA tendrán que desarrollar para tal fin un sistema o aplicación donde cada empleado deberán incorporar la hora de inicio y finalización del trabajo, descontando los tiempos de descanso o interrupciones. Para la AEB su demanda va algo más allá en cuanto a la responsabilidad de quién lleva el registro.
"Tiene que ser telemático, automatizado y además activo. Que el trabajador no tiene que ser el que teclee cuando empieza o acaba, sino que cuando se encienda la herramienta que le ha dado se registre la hora de entrada y cuando termine se apague", indica Tornamira, argumentando que las entidades deberían fiarse del trabajador como lo hacen cuando efectúa otras operaciones de riesgo como inversiones en letras o bonos del Tesoro.
Las negociaciones sobre el registro las abordan dentro de la mesa del convenio colectivo del sector de banca que expiró en 2018 y ha sido prorrogado para 2019, al igual que ha ocurrido con las antiguas cajas de ahorro o está sucediendo también con las rurales y establecimientos financieros de crédito aprovechando asimismo que se está negociando su convenio y dado que la ley obliga a todas las empresas a implantar ese control de jornada desde el pasado 12 de mayo.
Pero precisamente por haberse incluido en el marco del convenio colectivo la propuesta sobre la mesa a la AEB no se agota en el registro de jornada y va más allá. "Hemos planteado lo que desde CCOO llamamos mejora de la gestión del tiempo de trabajo", refiere su secretario general responsable del sector financiero, Joan Sierra. En concreto explica que han formulado "una batería de propuestas concretas sobre el tema de la desconexión" para evitar que se convoquen reuniones fuera de horas de trabajo o, si ocurren, que "tengan carácter voluntario" y se citen con anticipación.
Asimismo, detalla que se demanda a la patronal de banca abordar el tema del teletrabajo que, "aunque en el sector financiero, desde el punto de vista cuantitativo no es muy numeroso, pensamos que va a ir a más". Otra petición sobre la mesa de la AEB es "adecuar" la jornada máxima, actualmente establecida en el convenio de bancos en 1.700 horas frente a las 1.680 fijado en el de cajas de ahorros, porque se ha quedado obsoleta desde que los bancos decidieron cerrar las sucursales los sábados.
El responsable de CCOO defiende la necesidad de adaptar además el convenio a los tiempos y necesidades de las entidades de mantener redes con horarios singulares o aperturas por las tardes porque "la sociedad ha cambiado sus costumbres y demanda otra forma de relación", a fin de garantizar el servicio sin que eso comporte menoscabos en los derechos de las plantillas.
En este sentido apunta la reclamación por parte de los sindicatos de introducir una cláusula similar a la fijada en el convenio de ahorro, que obligase a los bancos a negociar las condiciones si decide abrir a horarios distintos a los tradicionales o, incluso, para el nuevo perfil de gestores que ofrecen asesoramiento y labores comerciales a distancia.
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