Medvédev promete democratizar Rusia Unida antes de asumir su presidencia

  • El primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, que sustituirá mañana sábado al presidente Vladímir Putin como líder de Rusia Unida (RU), prometió hoy que democratizará el partido oficialista.

Moscú, 25 may.- El primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, que sustituirá mañana sábado al presidente Vladímir Putin como líder de Rusia Unida (RU), prometió hoy que democratizará el partido oficialista.

"Llevaremos el partido a un nivel de democracia interna que no existe en ninguna otra formación política actual", dijo Medvédev durante la primera jornada del congreso federal de RU.

Medvédev propuso hoy la elección por medio de votación directa y secreta de los dirigentes locales y regionales del partido, y limitar sus mandatos a cinco años, es decir, la duración de la legislatura parlamentaria.

Además, planteó la renovación anual de un mínimo del diez por ciento de los miembros de los consejos políticos del partido a nivel central y municipal.

El primer ministro también abogó por la futura elección del presidente de la Duma o Cámara de Diputados, en caso de que RU logre la mayoría constitucional, a través de unas primarias en el seno del partido.

"El partido no debe ser visto como algo impuesto desde arriba, no como un partido dirigido por líderes populares, lo que no es malo en sí mismo, sino como un partido que refleje los intereses de una gran cantidad de gente", dijo.

Para ello, añadió, "lo lógico es que a los principales cargos del partido lleguen personas en las que confía el pueblo, aquellas que viven y trabajan con él, a quien conoce y al que querría ver en los correspondientes cargos de responsabilidad".

Al respecto, tanto la oposición comunista como la no parlamentaria expresaron sus dudas sobre la posibilidad de democratizar un partido que ha sido comparado con el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) por su monopolio del poder.

Medvédev, quien ingresó esta semana formalmente en el partido, encabezó las listas de RU durante las elecciones parlamentarias de diciembre pasado, lo que no evitó que éste perdiera más de doce millones de votos.

RU salió muy mal parada de los comicios legislativos, en los que la oposición denunció el fraude oficialista y organizó las mayores protestas antigubernamentales desde la caída de la Unión Soviética.

Medvédev quiere que el partido se apoye en la "gente sencilla" con el fin de mejorar su imagen de plataforma de ascenso social para burócratas corruptos y arribistas que ha cuajado entre la mayoría de la población.

Con este traspaso en la dirección del partido del Kremlin se completa el reparto de poder entre Putin y Medvédev, cuyo enroque entre la presidencia y el Gobierno ha sido muy criticado por la oposición y por las cancillerías occidentales.

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