Menos banderas y entusiasmo para recibir a Obama en su visita a Birmania

  • El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha sido recibido con menos entusiasmo y visiblemente menos banderas en las calles de Birmania (Myanmar) que en su anterior visita hace dos años, en parte debido a la lentitud de las reformas.

Naypiydaw, 14 nov.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha sido recibido con menos entusiasmo y visiblemente menos banderas en las calles de Birmania (Myanmar) que en su anterior visita hace dos años, en parte debido a la lentitud de las reformas.

Obama, que ayer pidió en la capital birmana la aceleración de las reformas y mayor protección de las minorías étnicas, se reúne hoy con la líder opositora y nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, en Rangún.

Las portadas de los periódicos que llenan los kioscos, un síntoma de la apertura política del país, tenían en portada a Obama junto con el presidente birmano, Thein Sein, al que la víspera también instó a que garantice unas elecciones transparentes y libres en 2015.

Suu Kyi, a la que la Constitución prohíbe postularse como candidata presidencial porque estuvo casada con un extranjero, alertó hace unos días a Occidente del "exceso" de optimismo ante la ralentización de las reformas iniciadas en 2011.

Los grupos opositores también han denunciado la detención de activistas y de periodistas por motivos políticos.

El actual Gobierno está formado por exgenerales de la antigua junta militar y el Ejército tiene una cuota en el Parlamento, lo que le permite vetar cualquier reforma constitucional.

Hace dos años, Obama besó en la mejilla a Suu Kyi, un gesto inapropiado entre hombres y mujeres en Birmania, lo que fue analizado por algunos como una torpeza protocolaria provocada por un exceso de entusiasmo en el país.

"Estoy menos interesado ahora que durante la previa visita (de Obama) a Myanmar porque entonces fue la primera vez que el presidente de Estados Unidos venía al país", dijo Thet Htoo, dueño de una tienda de fotografía en Birmania, según el portal "The Irrawaddy".

"Ahora, el apoyo del Congreso de Estados Unidos por el presidente ha disminuido y algunos lo critican, diciendo que sólo ha venido para presumir de su política exterior", agregó Thet Htoo.

Aung Myo Min, director de la ONG Equality Myanmar, manifestó por su parte que "en su relación con Birmania, el Gobierno de Estados Unidos antepone su amistad con el Gobierno birmano y, luego, la acción contra el abuso de los derechos humanos".

Según Khon Ja, coordinadora de Kachin Peace Network, las autoridades birmanas continúan deteniendo a activistas, a pesar de la liberación de prisioneros políticos en los últimos tres años, y los combates continúan contra la minoría kachin en el noreste.

"Muchos tratan de abandonar sus casas por miedo y la falta de seguridad en el estado Kachin", aseveró la activista kachin, de acuerdo con "The Irrawaddy".

La crisis humanitaria de la minoría musulmana rohingya es uno de los temas más controvertidos en el país, donde incluso el partido de Suu Kyi se resiste a hablar en favor de esta comunidad a la que el Gobierno niega la ciudadanía y su identidad como grupo étnico.

Cerca de 140.000 rohingyas se encuentran hacinados en campos de desplazados con escasa atención sanitaria y medios de subsistencia en el estado Rakhine desde los brotes de violencia sectaria en 2012.

Miles de estos musulmanes, con limitaciones para desplazarse, casarse o tener hijos, se embarcan en peligrosos viajes a través del Mar de Andamán para llegar a Tailandia o Malasia, donde caen víctimas de los traficantes de personas.

También hay quienes ven con optimismo la llegada de Obama y las reformas en el país, pero hasta los vendedores de camisetas y banderines han hecho menos negocio esta vez.

"La venta de camisetas y banderas de los dos países (EEUU y Birmania) han caído a la mitad que hace dos años, ya que no es su primer viaje", apuntó Soe Aung, dueño de una tienda de impresión en el centro de Rangún.

Mostrar comentarios