Mezquita de Ceuta dice que se malinterpretan sus consejos a mujeres

  • La mezquita de Ceuta que ha aconsejado a las mujeres maltratadas por sus maridos que acudan a la Comunidad Islámica en lugar de hacerlo a la Policía para denunciar ha señalado que se han "malinterpretado" sus palabras.

Ceuta, 24 sep.- La mezquita de Ceuta que ha aconsejado a las mujeres maltratadas por sus maridos que acudan a la Comunidad Islámica en lugar de hacerlo a la Policía para denunciar ha señalado que se han "malinterpretado" sus palabras.

El vicepresidente de la Comunidad Islámica que gestiona la mezquita, Muhammad Al Hayek, ha salido hoy al paso de la polémica creada ayer cuando la mezquita Ibn Roch respondía a una mujer que le había preguntado a través de la red social Facebook si tenía que acudir a la Policía Nacional cuando su marido la golpeara.

La mezquita, situada en la barriada de Benzú, contestó que es "más aconsejable" que acuda en primer lugar a la Comunidad Islámica para evitar que se produzca un "veredicto que no sea correcto".

En declaraciones a los periodistas, Muhammad Al Hayek ha argumentado que se ha "malinterpretado un mensaje que no hace otra cosa que involucrar a las comunidades en este tema para que luchen contra él".

Muhammad Al Hayek ha afirmado que "en ningún momento" han pedido a las maltratadas "que rechacen las leyes que las protegen, eso no es cierto".

El dirigente islámico ha explicado que la mezquita copió en su cuenta de Facebook un comunicado de la página de internet "Islam Question" donde expertos islámicos respondían a preguntas de mujeres sobre varios aspectos.

Muhammad Al Hayek ha dicho que su mezquita tiene "las puertas abiertas a todo el mundo".

Esta misma mezquita ya fue objeto de polémica hace unos meses cuando un imán calificó en un discurso de "opresores injustos" a los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que participaron el 21 de junio en una operación contra el terrorismo islamista en la ciudad que se saldó con la detención de ocho ceutíes.

La barriada de Benzú es un núcleo poblacional situado junto a la frontera norte que separa la ciudad de Marruecos en el que viven unas 2.000 personas, casi todos de confesión musulmana.

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