Militares dicen que no han dado un golpe de Estado en Guinea Bissau

  • Los militares que anoche atacaron la casa del ganador de la primera vuelta en las elecciones presidenciales de Guinea Bissau, Carlos Gómez Junio, aseguraron hoy que sus acciones no son un golpe de Estado y pidieron calma a la población.

Redacción Internacional, 13 abr.- Los militares que anoche atacaron la casa del ganador de la primera vuelta en las elecciones presidenciales de Guinea Bissau, Carlos Gómez Junio, aseguraron hoy que sus acciones no son un golpe de Estado y pidieron calma a la población.

Los militares desplegados anoche en la capital afirmaron en un comunicado, difundido a través de la radio estatal, que su acción va contra la amenaza que representan los militares angoleños para la soberanía nacional.

Los militares mantienen el cerco en torno a varias sedes oficiales y la casa del candidato presidencial Carlos Gómez Júnior, que atacaron anoche, aunque la ciudad recuperó desde temprano la normalidad, según informaron hoy a Efe fuentes de la cooperación internacional.

Mientras el paradero de Carlos Gómez Júnior, candidato ganador en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Guinea Bissau, se desconoce, fuentes del entorno del primer ministro aseguraron hoy que se encuentra en lugar seguro.

No obstante, los vecinos de la residencia privada de Gómez Junior daban anoche por muerto al candidato del oficialista Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC), cuya casa fue atacada con lanzagranadas y armas automáticas por militares que también ocuparon la radio y la televisión estatal.

Los militares han rodeado igualmente varias sedes diplomáticas, supuestamente para evitar que las personalidades políticas del país busquen refugio en ellas, y según versiones difíciles de contrastar, el presidente interino Raimundo Pereira se encuentra entre los dirigentes apresados.

El ministro de Defensa de Guinea Bissau, Baciro Dja, está fuera del país pues había acudido a una reunión ministerial en Abidjan, según fuentes de su entorno consultadas hoy por Efe.

El anuncio oficial angoleño de acabar con la cooperación y asistencia militar al país vecino puede estar en el origen de los últimos acontecimientos, pues la antigua colonia portuguesa se había hecho cargo de esta materia que los políticos y países donantes consideran clave, y que trataba de reducir la influencia de los militares.

El pasado martes el ministro angoleño de Asuntos Exteriores, Jorge Chicoti anunció en Bissau el fin del apoyo de su país a la misión de reforma militar (MISAANG) y añadió sin precisar fecha que sus efectivos saldrían próximamente del país, según la agencia Angola Press.

Guinea Bissau, país acostumbrado a los golpes, motines y asonadas militares tiene entre las prioridades de los países donantes un proyecto de desmovilización y pase a la reserva de algunos de los principales mandos del Ejército.

Además, el lucrativo negocio del narcotráfico que ha tomado el país como centro de paso en los cargamentos con destino a Europa ha contribuido a degradar la imagen del alto mando castrense acusado de estar involucrado en ese negocio.

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