Monago se declara un "indignado" más en el espectáculo de Jesús Quintero

  • El presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, se considera un "indignado" más, porque le gustaría hacer muchas cosas, pero le ha tocado una época complicada y sólo tiene dos opciones: quejarse en la barra de un bar o intentarlo honradamente.

Cáceres, 23 feb.- El presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, se considera un "indignado" más, porque le gustaría hacer muchas cosas, pero le ha tocado una época complicada y sólo tiene dos opciones: quejarse en la barra de un bar o intentarlo honradamente.

Monago ha sido entrevistado hoy por el comunicador andaluz Jesús Quintero en el espectáculo "El loco soy yo", que ha abierto en el Gran Teatro de Cáceres una gira por la geografía nacional.

La conversación, en el tono habitual de Quintero, ha transcurrido de forma distendida, con toques de humor por ambas partes, aunque fundamentalmente ha abordado cuestiones políticas y de actualidad.

El presidente extremeño, vestido de manera informal, ha estado sentado en el patio de butacas como un espectador más hasta que ha tenido que "saltar" al escenario.

Monago ha estado acompañado por su esposa, la vicepresidenta del Ejecutivo regional, Cristina Teniente, y el presidente de la Asamblea de Extremadura, Fernando Manzano.

Sobre la corrupción, ha señalado que en estos momentos de crisis tiene más eco, pero se niega a pensar que sea algo generalizado.

A su juicio, la confianza se devuelve a los ciudadanos, "currando" y siendo honesto y normal.

Monago ha abogado por que los corruptos terminen ante la justicia, pero ha criticado el linchamiento público al que se somete a algunas personas, ya que la "cruz" se la lleva la familia.

El momento actual es el peor que ha vivido en su vida política. "Me lo cuentan hace dos años y no me lo creo, a muchos les dicen lo que iba a pasar y no se lo creen", ha insistido.

Tal y como están las cosas, ha admitido, van a tener dificultades a la hora de confeccionar las próximas listas electorales.

Monago entiende las críticas de los ciudadanos hacia los banqueros, porque el ciudadano ve lo que cobran o los dividendos que perciben.

En su conversación con Quintero también se ha referido a la Monarquía, y ha planteado si los españoles tienen la madurez suficiente para contar con un presidente de República y, en ese caso, "a quién ponemos", ha preguntado.

Sobre la renuncia del papa Benedicto XVI, Monago ha bromeado: "cómo tiene que estar la cosa para que lo haya dejado, tiene que estar harto".

En la entrevista no ha escatimado elogios hacia el expresidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra, una persona que ha dado la cara, un "pata negra" que aunque se equivocaba, luchaba por lo que quería, ha subrayado.

Si tuviera que sentarse en una mesa para negociar, sería una de las personas con las que contaría, porque se puede hablar con él, al igual que el excoordinador general de IU Julio Anguita.

"Le admiro", ha reconocido sobre la figura del socialista Rodríguez Ibarra, porque ha estado 30 años de presidente.

Los aspectos más personales de la entrevista a Monago han tenido que ver con el reciente robo en su casa de Badajoz y su profesión de bombero.

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