Sarajevo.- El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, llega hoy a Sarajevo para intentar, junto con el subsecretario de Estado estadounidense, Jim Steinberg, desbloquear el estancado proceso de reformas requerido para el acercamiento de Bosnia a las estructuras euroatlánticas.
La visita de Moratinos, en representación de la presidencia española de la Unión Europea (UE), y Steinberg, el "número dos" de la diplomacia de Estados Unidos, se enmarca en una estrategia común europea y estadounidense para favorecer la estabilidad en los Balcanes.
Ambos diplomáticos se reunirán durante dos días en Sarajevo con los líderes de los principales partidos políticos de musulmanes, serbios y croatas para abordar la situación.
De acuerdo con los medios bosnios, el objetivo de Moratinos y Steinberg es lograr que los líderes bosnios se comprometan a dedicarse prioritariamente, después de las elecciones generales que en Bosnia se celebrarán el próximo octubre, a las reformas exigidas.
De que se produzcan progresos en los encuentros de hoy y mañana dependería que a finales de abril se pudiera firmar en España un documento en el que los dirigentes de Bosnia se comprometerían a efectuar las reformas constitucionales y otras que aceleren la vía del país hacia la UE y la OTAN.
El proceso de Bosnia para integrarse en las estructuras euroatlánticas se encuentra estancado desde hace varios años por los desacuerdos entre los líderes políticos y la creciente subida de tono de la retórica nacionalista que amenazan con dejar al país rezagado con respecto a otras naciones de la región.
En octubre pasado, un intento de la UE y EEUU de impulsar el diálogo para que los políticos bosnios puedan dedicarse a buscar soluciones al estancamiento del país terminó sin acuerdos concretos.
Según el acuerdo de paz de Dayton, que también recogió la Constitución del país, Bosnia está compuesta por dos entes autónomos: el musulmano-croata y el serbio.
Sus instituciones comunes funcionan de forma poco eficaz casi quince años después de la guerra (1992-1995).
En los años pasados se tenía previsto clausurar la oficina del alto representante de la comunidad internacional en Bosnia, que tiene amplias prerrogativas, pero ha seguido funcionando ante los pocos progresos logrados.
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