Madrid, 14 oct.- El presidente de Médicos Sin Fronteras (MSF) en España, José Antonio Bastos, confirmó hoy que las dos cooperantes españolas secuestradas ayer en el campo de refugiados de Ifo, en Dadaab (Kenia), son la madrileña Blanca Thiebaut, de 30 años, y la catalana Montserrat Serra, de 40.
En conferencia de prensa, Bastos dijo que MSF está "en contacto con las familias" de las cooperantes y "con todas las autoridades pertinentes desde el primer momento", como el Ministerio español de Asuntos Exteriores, con cuyos representantes mantuvieron hoy una reunión de coordinación y están trabajando "mano a mano, como en otras ocasiones".
"Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para lograr su vuelta sanas y salvas cuanto antes", señaló.
Las dos cooperantes españolas, que no llevaban escolta, pertenecen al aparato logístico de MSF y viajaban en un vehículo que fue asaltado a disparos ayer, alrededor de las 13.30 hora local (10.30 GMT) en Dadaab, a unos cien kilómetros de la frontera con Somalia.
En el asalto, el conductor, Mohamed Hassan Borle, de 31 años, resultó herido y está hospitalizado "en situación estable y fuera de peligro", precisó Bastos, cuya ONG no ha podido establecer contacto con las trabajadoras secuestradas y desconoce la autoría del ataque, así como el estado de salud de las cooperantes.
El presidente de esta ONG informó, además, de que los cooperantes internacionales de MSF que trabajaban en el campo de refugiados se han trasladado a Nairobi para analizar la situación y ver cuándo pueden reanudar sus actividades.
MSF tiene en el Dadaab a 49 trabajadores internacionales, de los que cinco son españoles, y 343 locales.
En el campo de Ifo, uno de los tres que componen Dadaab y donde ocurrió el incidente, la organización tiene ocho cooperantes internacionales y 60 trabajadores locales.
El presidente de MSF recordó que esta ONG no trabaja con escolta armada y que, pese a lo ocurrido, seguirá siendo así.
"Llevamos muchos años trabajando en países en guerra y tenemos una proporción de incidentes de seguridad muy similar al de otras ONG que van con escoltas armadas", manifestó Bastos.
Negó que MSF hubiera recibido ningún aviso por parte de las autoridades de que pudiera estar empeorando la seguridad en la zona, aunque puntualizó que el área es de alto riesgo desde 1991; "eso sí lo sabíamos", agregó.
El presidente de MSF-España, quien no se quiso pronunciar sobre si la ONG está usando mediadores propios en el secuestro, añadió que la organización ha estado en contacto también con las autoridades de Kenia.
Bastos, cuya ONG ha formado un comité de crisis para gestionar el incidente, explicó que este secuestro precisa de "prudencia y discreción" para su resolución.
"Si formulamos una hipótesis sobre la autoría esto es un ejemplo muy claro de la información que podría poner en peligro la pronta resolución de este incidente", dijo.
Por eso, hizo un llamamiento a todos los actores involucrados a no comentar públicamente este asunto.
La familia de Thiebaut ya expresó su deseo de mantenerse al margen del revuelo mediático y declinó dar información sobre la situación.
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