Mujica y la madre de Bachelet reciben premio por defensa de derechos humanos

  • El presidente de Uruguay, José Mujica, y la activista Ángela Jeria de Bachelet, madre de la presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet, recibieron hoy el premio Monseñor Leónidas Proaño, en reconocimiento a su defensa de los derechos humanos en la región.

Montevideo, 5 mar.- El presidente de Uruguay, José Mujica, y la activista Ángela Jeria de Bachelet, madre de la presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet, recibieron hoy el premio Monseñor Leónidas Proaño, en reconocimiento a su defensa de los derechos humanos en la región.

La Asociación Latinoamericana por los Derechos Humanos (ALDHU), que otorga esta distinción, alabó las "reformas sustanciales" emprendidas por el Gobierno de José Mujica, entre las que señaló la consagración del matrimonio igualitario, la despenalización del aborto y la legalización del mercado y cultivo de la marihuana.

ALDHU elogió además la "prédica y práctica de austeridad y sencillez" que caracterizan el estilo de vida del presidente uruguayo.

Mujica, de 78 años, integró la guerrilla de los tupamaros en los años sesenta y setenta del siglo pasado y fue apresado en cuatro ocasiones, llegando a pasar casi quince años encarcelado, la mayoría durante la dictadura uruguaya (1973-1985) y algunos en condiciones infrahumanas.

Tras su salida de prisión, se incorporó al marco político democrático y fue diputado, senador, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca y, finalmente, presidente de la República uruguaya desde 2010.

El mandatario aludió al premio como "un aliciente", y aseguró que su vida entera era "irreverencia", lo que lo convertía en "el personaje menos indicado para los homenajes".

"Cuando a uno le empiezan a dar esta clase de premios, es porque está en una para salir (morir), y yo todavía no pienso salir. Genio y figura, hasta la sepultura", ironizó.

Con respecto a sus reformas, Mujica señaló que "el matrimonio igualitario es más viejo que el hombre" y abundó en la necesidad de implantar una política sobre drogas que le "robe el mercado al narcotráfico" y trate la drogadicción como un problema de salud.

Por otra parte, ALDHU destacó en el mismo acto la labor de Ángela Jeria al organizar programas de auxilio para refugiados, desterrados y desplazados por la violencia en distintos países de la región.

Jeria, de 87 años, sufrió el secuestro, la reclusión en un campo de concentración y el destierro por parte de la dictadura militar chilena (1973-1990).

Su esposo, y padre de Michelle Bachelet, fue el general de la Fuerza Aérea chilena Alberto Bachelet, a quien el Gobierno de facto de Augusto Pinochet apresó y torturó hasta la muerte.

Jeria aceptó el galardón "en nombre de todos los chilenos que lucharon contra la dictadura" y elogió el discurso de Mujica en la sede de la ONU el pasado septiembre.

Aludió también a unas palabras de su hija Michelle pronunciadas en el cuadragésimo aniversario del golpe de Estado en Chile, cuando aseguró que "los nuevos desafíos que demanda la ciudadanía no suponen renunciar a los procesos de memoria y reparación" a víctimas de la dictadura.

Los premios consistieron en dos cuadros del artista chileno-español José Balmes, referidos a un trágico episodio de represión de la dictadura chilena hacia un grupo de jóvenes.

En la ceremonia de entrega de los galardones intervinieron el senador chileno Juan Pablo Letelier, presidente de ALDHU, y el secretario general de esta organización, Juan de Dios Parra.

El premio a la defensa de los derechos humanos y la paz que ALDHU otorga cada año lleva el nombre de Leónidas Proaño, un obispo ecuatoriano que trabajó en la inclusión de las comunidades indígenas andinas.

Personajes como el juez español Baltasar Garzón, la activista guatemalteca Rigoberta Menchú y el uruguayo Enrique Iglesias, secretario general iberoamericano, también han recibido anteriormente esta distinción.

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