Madrid, 10 nov.- Un organización dedicada al narcotráfico y la extorsión desarticulada por la Policía española mantuvo contactos con empresarios para alquilar en exclusiva o incluso comprar la terminal de carga del aeropuerto de Ciudad Real, con el objetivo de transportar droga desde Sudamérica y África.
El jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional española, Serafín Castro, desveló hoy esa operación policial de tres años de duración, en la que fueron arrestadas 150 personas, intervenidos 27 millones de euros (36,7 millones de dólares) y decomisados 300 kilos de cocaína.
La organización criminal introducía grandes cantidades de droga en España y las distribuía en locales de ocio nocturno.
Castro explicó que, durante la investigación, se supo que algunos miembros de la banda hablaron "con un empresario inmobiliario, cuya empresa cotiza en bolsa", quien a su vez contactó con otro hombre de negocios relacionado con la aeronáutica y con un importante empleado de banca, y entre todos planearon "alquilar e incluso comprar, en exclusiva, la terminal de carga del aeropuerto de Ciudad Real".
Este aeropuerto, que cuenta con una pista de 4.000 metros y una terminal de pasajeros de 28.000 metros cuadrados con capacidad para cinco millones de viajeros, se encuentra actualmente en concurso de acreedores y ha suspendido sus vuelos comerciales.
El objetivo de los narcotraficantes era usar esa infraestructura en exclusiva para introducir hasta diez toneladas mensuales de droga proveniente de Sudamérica y África, aunque el plan no cuajó.
La investigación comenzó en enero de 2009 tras la muerte en las puertas de la discoteca Heaven de Madrid del portero del local, Catalin Stefan Cracion, considerado la mano derecha de Rafi Beyhan, alias "Ivo el búlgaro", líder de un clan dedicado a la extorsión y la venta de droga en locales de ocio nocturno.
Las pesquisas revelaron que estos "matones" hacían "el trabajo sucio" de un gran entramado que dirigía un hombre cuyo nombre no ha sido revelado, pero que tenía como lugartenientes al empresario Lauro Sánchez Serrano y a una colombiana conocida como la "Reina de la coca" y encargada de introducir la droga en España.
Ambos fueron detenidos el pasado mes de enero en la denominada operación Colapso, en la que se desmanteló el mayor laboratorio clandestino de cocaína de Europa y fueron detenidas 25 personas.
La droga que llegaba de Sudamérica se vendía a pequeña escala a través de locales de ocio cuya seguridad se confiaba a esbirros, la mayor parte búlgaros, que además de controlar la venta de droga en los locales de ocio nocturno hacían otros "trabajos" como extorsionar a clanes rivales.
Varios de los detenidos por esta actividad tenían delitos de sangre previos y muchos de ellos están vinculados al club deportivo Barceló de Madrid, del que es dueño Lauro Sánchez.
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