Nicaragua quiere "regularizar" relaciones con Honduras pero pide garantías

  • Madrid.- Nicaragua quiere "regularizar" su relación con el Gobierno hondureño de Porfirio Lobo, al que sigue sin reconocer, pero exige garantías de respeto a los derechos humanos, dijo hoy en Madrid el canciller nicaragüense, Samuel Santos.

Nicaragua quiere "regularizar" relaciones con Honduras pero pide garantías
Nicaragua quiere "regularizar" relaciones con Honduras pero pide garantías

Madrid.- Nicaragua quiere "regularizar" su relación con el Gobierno hondureño de Porfirio Lobo, al que sigue sin reconocer, pero exige garantías de respeto a los derechos humanos, dijo hoy en Madrid el canciller nicaragüense, Samuel Santos.

"Al mismo tiempo que estamos conscientes de la necesidad de regularizar las relaciones con Honduras, demandamos con firmeza que se realice bajo condiciones establecidas de común acuerdo y cien por ciento verificables", subrayó Santos en la Casa de América de Madrid.

Esas condiciones, precisó el ministro nicaragüense de Relaciones Exteriores, deben incluir "las garantías plenas de respeto de los derechos humanos y la total vigencia de las garantías ciudadanas de los hondureños y hondureñas, que hoy viven un estado de represión selectiva".

Santos hizo esos comentarios durante su participación en la Tribuna Iberoamérica, foro organizado por la Agencia EFE y la Casa de América, que convoca desde 2006 a los actores políticos más relevantes de la actualidad iberoamericana.

El canciller también pidió a Lobo que "asuma el compromiso de asegurar el pleno restablecimiento del orden constitucional en su país, brindando la pauta para la normalización de las relaciones con Centroamérica y el mundo".

El Ejecutivo de Managua no reconoce al Gobierno hondureño porque considera que "está vivo" y "no ha desaparecido" el golpe militar del pasado 28 de junio que derrocó a Manuel Zelaya.

No obstante, Lobo, quien asumió el pasado 27 de enero el cargo de presidente, hace esfuerzos para conseguir el reconocimiento pleno de la comunidad internacional, que considera mayoritariamente que las lecciones que él ganó el 29 de noviembre de 2009 se celebraron en un marco de ruptura constitucional por el golpe de Estado.

La pasada semana, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, planteó la posibilidad de aprovechar la próxima Cumbre del Grupo de Río, que se celebrará en Cancún (México) el 22 y 23 de febrero, para definir posiciones y analizar las relaciones con Honduras.

En ese sentido, Santos indicó hoy que Ortega llevará a la Cumbre esa "preocupación", que "comparte con la mayoría de los mandatarios latinoamericanos con quien se ha comunicado" en las últimas semanas, entre ellos los presidentes de El Salvador, Carlos Mauricio Funes, y Guatemala, Álvaro Colom, así como varios gobernantes sudamericanos.

Con esos líderes, el mandatario sandinista ha tratado de examinar "cómo encontrar una solución urgente a lo de honduras", según el titular de Relaciones Exteriores.

Asimismo, Ortega intentará dar en Cancún "el impulso de resolver la situación de Honduras, pero hay que ser cauteloso con la reunión. Ojalá que se avance, pero debemos ser cautelosos", apuntó el canciller nicaragüense.

Santos lamentó, además, que el golpe contra Zelaya haya alterado de "forma grave" el proceso de integración centroamericana, que, hasta el 28 de junio del año pasado, "se desarrollaba vertiginosamente".

A su juicio, el golpe ha provocado, entre otras cosas, el "debilitamiento de la institucionalidad democrática, tanto nacional como regional", y el "entorpecimiento de la negociación del acuerdo de asociación con la Unión Europea (UE)".

"Creo que ha sido el golpe de Estado más rechazado a nivel mundial", remarcó el canciller nicaragüense, quien, pese a todo, considera que "hay que ayudar a Honduras para que resuelva el problema interno".

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