Noche triunfal para los Spurs y de olvido para los Lakers

San Antonio (EEUU).- Los jugadores de los Spurs de San Antonio no recordaban, en lo que va de temporada, una noche tan llena de satisfacción que la vivida después de ganar por 105-85 a Los Ángeles Lakers.

Todo lo contrario de lo que sintieron los actuales campeones de liga, que nada más concluir el partido mostraron su disposición a olvidar "rápidamente" lo sucedido en el AT&T Center, de San Antonio.

Los Spurs tuvieron todo a su favor, incluida la lesión del escolta estrella de los Lakers, Kobe Bryant, que se lastimo la espalda en la primera mitad, jugó en el tercer periodo, pero tuvo que sentarse en el último, sin que pudiese ayudar al equipo a evitar la cuarta derrota consecutiva fuera de su campo.

"Necesitábamos este triunfo", declaró el pívot Tim Duncan, líder de los Spurs, al apartar un doble-doble de 25 puntos con 13 rebotes. "Es cierto que los Lakers se enfrentan al problema de las lesiones y además Bryant no jugó el último cuarto, pero al final ganamos y es un gran triunfo, con el valor que debemos darle".

Un triunfo, que permitió a los Spurs ganar el octavo en los últimos 10 partidos disputados, para ponerse con marca de 23-13, la primera vez en lo que va de temporada que tienen 10 victorias por encima del par.

Además, los Spurs también evitaron perder ante los Lakers por primera vez desde el 2003 el tercer partido consecutivo en temporada regular.

El base francés Tony Parker, que aportó 22 puntos para ser otro de los jugadores decisivos de los Spurs, admitió que Kobe no jugo en el último cuarto, pero ellos hicieron méritos para ganar.

"Un triunfo es un triunfo, y nosotros fuimos lo que ganamos, no debemos hacer ningún otro tipo de interpretación", comentó Parker.

Sin embargo, el alero Richard Jefferson, el gran fichaje de los Spurs durante el descanso de verano, recordó que los Lakers de la temporada regular nunca son los mismos de la fase final.

"Las lesiones de los Lakers no quitan para nada el valor a la victoria que hemos logrado", declaró Jefferson, que aportó 12 puntos. "No nos sentimos exageradamente contentos por el triunfo, pero sí es una victoria valiosa para nosotros, sin importar cómo haya estado el otro equipo".

Por su parte, Bryant, que sufrió la lesión en la espalda, reconoció que su "lesión" no debía ser justificante de nada y mucho menos de la derrota.

De hecho, declaró que pensaba estar listo para el partido de mañana, miércoles, que los Lakers van a disputar en el American Airlines Center de Dallas, ante el equipo local de los Mavericks.

"A pesar de las molestias que experimento, es un hecho de que mañana, miércoles, juego contra los Mavericks de Dallas", señaló Bryant, que se quedó con 16 puntos, al conseguir sus números más bajos de la campaña en el apartado de los tiros de campo (7-10, 1-1, 1-1).

Bryant reconoció que las molestias en la espalda le impedían casi moverse y ese fue el motivo por el que decidió no salir en el cuarto periodo.

"Apenas podía moverme, pero aún así traté de orquestar el juego para mi equipo, pero no podía caminar. Literalmente no podía dar un paso, y esa es la única forma en que no puedo jugar", explicó Bryant, que también tiene fracturado el dedo índice de la mano derecha.

Respecto de las tres derrotas de los Lakers en los últimos cuatro partidos disputados, Bryant se mostró resignado y dijo que "todo esto es parte del juego, pero no se puede permitir que mis compañeros tengan actitudes pesimistas al respecto".

La derrota impidió a los Lakers, en su primera oportunidad, conseguir la victoria número 3.000 de su historia, para ser el primero en conseguirlo dentro de la NBA.

El mismo sentir mostró el entrenador de los Lakers, Phil Jackson, al declarar que el marcador no dejaba ninguna duda que no habían jugado bien.

"Tuvimos un desempeño muy pobre en el campo", comentó Jackson. "Creo que cuando eres superado por seis puntos, puedes cambiar el liderazgo, pero no se puede perder de esta manera. No hay ninguna excusa", agregó.