Nueva escalada de tensión entre aliados y adversarios del régimen sirio

  • La tensión entre los aliados y adversarios del régimen sirio, en particular entre Rusia y Turquía, seguía subiendo este domingo con bombardeos turcos en el norte del país y a pesar de las promesas de declarar una tregua en breve.

El ejército turco bombardeó por segundo día consecutivo posiciones kurdas en el norte de Siria, en particular alrededor del aeropuerto de Menagh, a unos diez kilómetros de la frontera turca. La agencia progubernamental turca Anatolia confirmó la información este domingo.

Según el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSH), Rami Abdel Rahman, al menos dos combatientes kurdos murieron en estos ataques de artillería que sigue "de manera intermitente".

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, había conminado el sábado a los combatientes kurdos de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) a retirarse de las zonas en el norte de Alepo que tomaron en los últimos días.

Turquía deplora el apoyo militar de Estados Unidos a los grupos kurdos en Siria, al tiempo que Washington pide a Ankara que detenga su ofensiva. Las autoridades turcas temen en particular que los kurdos, que ya ocupan gran parte del norte de Siria, extiendan su influencia a toda la zona fronteriza.

Turquía, principal enemigo del régimen de Asad, está estudiando lanzar una operación terrestre conjunta con Arabia Saudí en territorio sirio contra los yihadistas del Estados Islámico (EI), indicó el sábado el ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu.

Por su parte su homólogo saudí, Adel al Jubeir, vaticinó este domingo que los esfuerzos de Rusia para "salvar" a Asad "fracasarán".

En paralelo, Arabia Saudí despliega aviones de combate en la base turca de Incirlik, donde ya están los aviones de la coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos.

El objetivo saudí es "intensificar las operaciones aéreas" contra el EI, explicó un alto responsable del ministerio de Defensa, el general Ahmed Asiri, e indicó que la operación entra en el marco de la coalición antiyihadista liderad por Washington. El general confirmó que su país está preparado también una misión terrestre en el marco de esa coalición.

En Siria, los grupos rebeldes apoyados por Turquía y Arabia Saudí están perdiendo terreno frente a los kurdos pero sobre todo frente a las fuerzas del régimen de Bashar al Asad.

Irán y Rusia, principales aliados de su régimen, ya han dicho que se oponen al envío de tropas terrestres. "En ningún caso permitiremos que la situación en Siria evolucione conforme a la voluntad de los 'países rebeldes'. Tomaremos las decisiones necesarias cuando llegue el momento", dijo el jefe adjunto del Estado Mayor iraní, el general Masud Jazayeri.

Por su parte el primer ministro ruso Dmitri Medvedev también se opuso a la intervención terrestre y aseguró el sábado que el mundo ha entrado "en una nueva Guerra Fría".

Tanto Irán, que tiene "consejeros" en el país, como los bombardeos de Rusia han sido claves en los éxitos recientes del ejército de Asad, que sigue avanzando en la región de Alepo.

Este domingo sus fuerzas ya estaban a sólo tres kilómetros de Tall Rifaat, uno de los últimos bastiones rebeldes en la región. Esta localidad, objeto el sábado de 20 bombardeos rusos, también está siendo atacada en el este por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), la coalición árabo-kurda apoyada por Estados Unidos.

La ofensiva que lanzó el régimen el 1 de febrero ha provocado la huida de miles de personas, bloqueadas en el norte Azaz, que esperan que Turquía abra su frontera.

En este contexto, los dirigentes y expertos reunidos en Múnich (Alemania) para una conferencia de seguridad se mostraron poco optimistas sobre la posibilidad de aplicar la tregua anunciada la semana pasada por las grandes potencias.

Sin embargo, en una conversación telefónica, los presidentes estadounidense Barack Obama y ruso Vladimir Putin hablaron de "evaluación positiva" del acuerdo sobre el alto el fuego, indicó el Kreimlin.

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