Nuevo gobierno polaco acusado de querer hacerse con todas las palancas del poder

  • El gobierno conservador polaco, tras apenas dos días en funciones, reemplazó a los jefes de los servicios de inteligencia y maniobró para colocar a sus hombres en el Tribunal Constitucional, provocando una tempestad política.

La primera ministra Beata Szydlo nombró el jueves a los cuatro nuevos jefes de los servicios de inteligencia y de seguridad civiles y militares, que habían sido despojados de sus cargos por una comisión parlamentaria.

Ese mismo día, el partido Derecho y Justicia (PiS) votó una reforma del tribunal Constitucional, en una sesión parlamentaria boicoteada por la oposición.

La enmienda permite una nueva elección de cinco magistrados de esa corte, pese a que esos cargos ya habían sido designados por la legislatura precedente.

El PiS, del dirigente antieuropeo Jaroslaw Kaczynski, obtuvo la mayoría absoluta en las legislativas del 25 de octubre. Entró en funciones el lunes, poniendo fin a ocho años de gobiernos del partido liberal Plataforma Cívica (PO).

Las medidas tomadas revelan "un proyecto minuciosamente preparado (...). Es la política de los hechos consumados", dijo a la AFP Kazimierz Kik, politólogo de la Universidad de Kielce (sur).

Para su colega Stanislaw Mocek, de la Academia Polaca de Ciencias, el proceder del nuevo gobierno es un ejemplo de "democracia totalitaria, donde la razón siempre está del lado de la mayoría"

La oposición las calificó de "golpe nocturno".

Según Kik, el proceder del PiS "no viola la ley, pero crea un riesgo de utilización de los servicios especiales para fines políticos, en un país donde los servicios ya tienen un exceso de representación en la vida pública".

Y con la reforma del Tribunal Constitucional, el PiS se propone que "nadie le impida hacer lo que tenga ganas de hacer", dijo Mocek.

"Actúa como [el populista primer ministro húngaro] Viktor Orban, para hacerse sucesivamente con todas las palancas del poder", agrega.

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