Buenos Aires, 20 oct.- Cientos de integrantes de agrupaciones de izquierda marcharon hoy en Buenos Aires en reclamo de justicia por el crimen de Mariano Ferreyra, un militante del trotskista Partido Obrero asesinado hace un año durante una protesta sindical.
Las distintas fuerzas de izquierda marcharon hasta la Plaza de Mayo, frente a la sede del Gobierno argentino, y en su recorrido se registraron enfrentamientos con palos y otros objetos entre activistas de agrupaciones rivales que se pelearon por el orden en la columna principal.
Mariano Ferreyra, de 23 años, fue asesinado en Buenos Aires de un balazo el 20 de octubre de 2010 durante una protesta de militantes de izquierda y trabajadores ferroviarios despedidos que fueron atacados por grupos de choque del sindicato Unión Ferroviaria.
Por el crimen están detenidos el secretario general de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, su subalterno Juan Carlos Fernández y otras ocho personas.
En la protesta del año pasado resultó además herida de un balazo Elsa Rodríguez, también militante del Partido Obrero.
En un comunicado difundido hoy, varias agrupaciones de izquierda reclamaron que, además de los sindicalistas detenidos, sean juzgados "los policías, responsables políticos y empresariales cómplices del crimen".
En abril pasado, la Justicia confirmó el procesamiento de Pedraza y Fernández, tras considerarles "instigadores" del crimen, y del delegado sindical Claudio Alcorcel, acusado de ser "partícipe secundario" del homicidio.
Basándose en grabaciones de conversaciones telefónicas, la justicia evaluó que la agresión durante la protesta de octubre de 2010 tuvo como finalidad "aleccionar" a los trabajadores despedidos "para que en el futuro no intenten un nuevo corte de vías".
Para los jueces de la Cámara del Crimen, hubo un "reporte casi instantáneo" de los hechos a Pedraza y Fernández de parte de uno de los implicados en el asesinato.
También están procesados con prisión preventiva Cristian Favale y Gabriel Sánchez, presuntos autores de los disparos, y Pablo Díaz, Guillermo Uño, Juan Carlos Pérez, Salvador Pipitó y Jorge González, por su supuesta implicación en el homicidio.
El crimen del militante político reavivó antiguas denuncias sobre la violencia del sindicalismo afín a gobiernos peronistas, como el de la mandataria argentina, Cristina Fernández, quien el próximo domingo buscará su reelección.
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