ONU confirma nuevas violaciones masivas en la región congoleña de Kivu Norte

  • El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos informó hoy de que al menos 47 mujeres fueron violadas por miembros del Ejército del Congo entre el 31 de diciembre y el 1 de enero pasados en las localidades de Bushani y Kalambahiro, en la región congoleña de Kivu Norte.

Ginebra, 22 jul.- El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos informó hoy de que al menos 47 mujeres fueron violadas por miembros del Ejército del Congo entre el 31 de diciembre y el 1 de enero pasados en las localidades de Bushani y Kalambahiro, en la región congoleña de Kivu Norte.

Según un informe de la oficina del Alto Comisionado en la República Democrática del Congo (RDC) presentado hoy en Ginebra, estas mujeres de entre 16 y 65 años, entre las que había también embarazadas, fueron violadas sistemáticamente por grupos de entre dos y cuatro hombres ante la presencia, en algunos casos, de sus hijos pequeños.

En estos dos días se produjeron además saqueos en más de cien casas, al menos doce civiles fueron sometidos a tratos crueles e inhumanos y dos personas fueron raptadas

El informe, resultado de una investigación llevada a cabo en enero y febrero pasados asegura que, aunque todavía no se sabe con exactitud quienes fueron los autores de los crímenes, todo apunta a que estuvieron implicados cien soldados de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC), pero se desconoce a que batallón pertenecían.

Según las informaciones recabadas por el Alto Comisionado, los soldados entraron en estas localidades armados con machetes, látigos, bates y fusiles AK47 y atacaron a sus habitantes acusándoles de apoyar a "fuerzas enemigas".

"El incompleto y frágil proceso de integración de antiguos grupos armados dentro de las FARDC supone un grave obstáculo para la identificación de los autores de los crímenes", precisa el informe.

Algunas facciones incluidas en las FARDC, como el brazo armado del antiguo Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), no reconocen la autoridad central del ejército y se mantienen al margen de la cadena de mando, lo que dificulta mucho conseguir información fiable sobre lo que sucede dentro del Ejército congoleño.

El informe también advierte del escaso progreso, por falta de medios, en las investigaciones judiciales de estos incidentes, que fueron iniciadas por las autoridades congoleñas con el apoyo de la Misión de la ONU para la Estabilización del Congo (MONUSCO).

Ante esta situación, desde la ONU se pide al gobierno congoleño que se tomen medidas urgentes para fortalecer la protección a los civiles y evitar así nuevas represalias contra la víctimas y los testigos de los crímenes.

"Varios meses después de los crímenes, las víctimas siguen viviendo en un estado total de inseguridad, escondidas en bosques o en ciudades vecinas", indica el informe de la ONU.

Muchas de estas víctimas se negaron a colaborar en la investigación del Alto Comisionado en Congo, ante el temor de que los soldados tomaran represalias contra ellos de nuevo.

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, recordó que las violaciones y la violencia sexual se han producido sistemáticamente en el país al utilizarse como "arma de guerra", por lo que pidió a las autoridades congoleñas que refuercen el sistema judicial para que estos sucesos no queden impunes.

"La integración de todos los grupos armados en el Ejército debe estar acompañada de rigurosas investigaciones para que ninguno de los autores de estos crímenes entren en las Fuerzas Armadas", subrayó Pillay.

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