Ginebra, 5 mar.- La ONU denunció y condenó hoy el preocupante incremento en Tanzania de asesinatos y mutilaciones de albinos, incluidos niños, a quienes se desmembra en vida en rituales relacionados con la brujería.
"Condeno enérgicamente estos despiadados asesinatos y ataques, que son cometidos en circunstancias particularmente horrorosas y que implican la mutilación de personas, incluidos menores, cuando aún están vivos", declaró en un comunicado la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay.
"Son crímenes horrendos", dijo Pillay, que recordó a las autoridades tanzanas su obligación y responsabilidad de proteger a los albinos y de luchar contra la impunidad en los crímenes contra una comunidad especialmente vulnerable y víctima de numerosos prejuicios y estigmas en amplios sectores de la población.
El portavoz de Pillay, Rupert Colville, explicó que estos crímenes "están generalmente vinculados a la brujería".
"Algunas de las personas que participan en estas agresiones creen incluso que la brujería es más poderosa si la víctima grita durante la amputación, lo que explica que las extremidades sean arrancadas mientras las víctimas están vivas", indicó Colville ante la prensa.
La ONU ha documentado cuatro nuevos ataques contra albinos en Tanzania, tres de ellos niños, en un periodo de solo dos semanas entre los pasados meses de enero y febrero.
El primero de ellos ocurrió el 31 de enero, cuando un niño albino de siete años fue asesinado en la región de Tabora.
Murió tras sufrir agresiones con arma blanca en la frente, el brazo derecho y el hombro izquierdo, y después de que los agresores le amputaran el brazo izquierdo por encima del codo.
El 5 de febrero, un bebé de siete meses, Makunga Baraka, escapó de una muerte aparentemente segura cuando un grupo de hombres armados atacó su hogar, pero fueron expulsados por sus vecinos.
Una semana más tarde, una mujer de 39 años con albinismo fue atacada por cinco hombres armados, incluido al parecer su marido.
Según los datos de la ONU, le arrancaron el brazo izquierdo mientras dormía junto a dos de sus cuatro hijos.
Por último, el 15 de febrero un niño de 10 años fue atacado mientras regresaba a casa de la escuela y sufrió la amputación de su brazo izquierdo por encima del codo.
"Tras la agresión, el niño pidió a su padre que le encontrara otra escuela en al que los 'hombres malos' no pudieran encontrarle y amputarle el otro brazo", manifestó el portavoz de Pillay.
Colville denunció que en líneas generales estos crímenes quedan impunes, ya que de los 72 asesinatos registrados en Tanzania desde 2000, solo en cinco casos ha habido procesos judiciales exitosos.
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