La coalición conservadora agrupada alrededor del principal partido opositor (HDZ), de Tomislav Karamarko habría obtenido 63 escaños en la Asamblea que cuenta con 151 diputados, según los primeros resultados tras escrutarse los votos en el 20% de los 6.500 colegios electorales en el país.
Por su parte, la alianza de centro-izquierda saliente ("Croacia crece"), de Zoran Milanovic, obtendría 54, en tanto otras cinco formaciones políticas, que habrían superado el umbral del 5% de los votos para tener representación, se reparten los escaños restantes.
Previamente, una encuesta a pie de urna había estimado que ambas coaliciones obtendrían en el orden de los 56 escaños cada una.
Se trata de las primeras elecciones legislativas desde que esta exrepública yugoslava se convirtió en 2013 en el 28º miembro de la Unión Europea (UE).
La campaña estuvo marcada por la gestión de la crisis migratoria de la UE y por cuestiones económicas, en momentos en que el país emerge de seis años de recesión.
Cerca de 350.000 migrantes han transitado por Croacia desde mediados de septiembre camino del norte de Europa, después de que Hungría cerrara su frontera con Serbia.
Hacia las 15h30 GMT, dos horas antes del cierre de los colegios electorales previsto a las 18H00 GMT, la participación era del 46,57%, similar a las últimas elecciones de 2011.
Los sondeos ya predecían un duelo ajustado entre la alianza saliente de Milanovic y la de Karamarko.
Los conservadores se habían anotado un tanto con la victoria a comienzos de año en la elección presidencial de Kolinda Grabar Kitarovic, candidata del HDZ, con una campaña centrada en las críticas a la política económica del gobierno.
Sin embargo, Milanovic, en el poder desde 2011, recuperó terreno gracias a su gestión de la crisis migratoria.
El primer ministro criticó a Huría por cerrar su frontera y también la política de Serbia y mostró empatía con los migrantes que huyen de la guerra o la miseria en Siria y otros países de Medio Oriente y África.
también parece haberle ayudado a Milanovic el despunte de tímido crecimiento económico y la introducción de medidas como una ley que convierte a euros los créditos contraídos en francos suizos, para aliviar a los hogares más apurados.
"El gobierno ha tenido la suerte de que esta crisis (migratoria) deje en un segundo plano todos los demás temas" del debate electoral, apuntó el analista político independiente Davor Gjenero.
"La gente está preocupada por la grave situación económica y ninguno de los dos principales partidos ha dado respuestas serias a las cuestiones importantes", como el de la administración, considerada ineficaz y demasiado voluminosa, apunta Gjenero.
Las dificultades económicas de este país de los Balcanes perduran, con una tasa de desempleo en septiembre del 16,2%, que llega al 43% entre los jóvenes. La deuda pública roza el 90% del PIB y la economía croata es de las más pobres de la UE.
"El foco debería estar en la economía y el empleo", afirmó Maja Bacic, una funcionaria de 45 años, tras haber votado en el centro de la capital, Zagreb.
Esta mujer dijo haber votado por los socialdemócratas, pese a que "no son la opción ideal". No obstante, el HDZ "sólo habla del pasado y de la guerra de los años 1990, que terminó hace veinte".
Lucija Matkovic, una economista de 23 años, dijo que votaría por el HDZ, porque "el actual gobierno no hizo nada".
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