Otras jubilaciones: Trabajar a los 76 años y tener que dejarlo a los 44

  • En España hay 130.000 personas mayores de 65 años cotizando. Pero también hay otro gran grupo de profesiones de riesgo cuya edad de jubilación es inferior a los 65 años establecidos en este momento.
Varios jubilados recorren la ría del Nervión - EFE
Varios jubilados recorren la ría del Nervión - EFE
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Pablo Arqued

Existen colectivos cuya edad de jubilación es inferior a los 65 años. Y es previsible que se sumen otras profesiones a esa excepción antes de que la edad para el retiro laboral se haya aumentado a los 67 años, propuesta anunciada por el gobierno español. Para la CEOE incluso se queda corta; para los sindicatos es motivo de manifestaciones, como la grande que han previsto para el 23-F. Los que no entran en esa guerra son las personas que siguen trabajando más allá de los 65 años, en su mayoría por voluntad propia: 130.000 en España.

Mientras en la construcción llevan tiempo luchando por adelantar la edad de retiro, ante lo cual están de acuerdo empresarios "siempre que no les cueste dinero", apuntan desde FECOMA, existen otros trabajos que desde hace tiempo tienen un régimen especial por su "naturaleza penosa, peligrosa, tóxica o insalubre y acusen elevados índices de mortalidad", según el Régimen General de Pensiones. Sus jubilaciones, que no prejubilaciones propias de banca y multinacionales, les llegan antes. Pero no es en balde.

José Luis Valcarce, de 49 años, se jubiló de una mina de interior de la zona de El Bierzo (León) con 44 años. "En muchos casos es un drama: salvo excepciones no se puede volver a trabajar por cuenta ajena y a muchos les quedan pensiones de 1.100 euros que no les da para mantener a hijos en edad universitaria. Pero el plan es terminar con el sector… ". A la vez que destaca sus suerte, pues pudo trabajar unas tierras que tenía "plantando árboles frutales" no pierde de vista la silicosis, "una enfermedad que termina secando los pulmones, y que más tarde (si no se ha fumado y se ha llevado mascarillas)", termina apareciendo en los mineros, "como a algunos compañeros con 40 años".

De su pensión, que está en el plan del carbón de la FECA, se hace cargo la Comunidad Económica Europea casi en su totalidad hasta los 65 años. "El logro fue de la minería alemana, que tiene mucha fuerza: marcó un coeficiente reductor en función de los años trabajados". Algunos de sus compañeros no pudieron disfrutar mucho de sus retiros anticipados.  

Iluminado Menés, ex banderillero de 61 años pudo jubilarse a los 55 gracias a que el régimen de los profesionales taurinos así lo indica. "A esa edad las condiciones no son las mismas, y se tiene más miedo aún". Lo cierto es que los problemas físicos para los subalternos son altos, más que los toreros, que miden más sus apariciones. "He acompañado a El Fundi, El Juli, El Yiyo, a Cristina Sánchez…" recuerda, a la vez que reconoce que ahora, como con "ayudar" como conserje en la Escuela Taurina de Madrid no le da, se sigue entrando para hacer sus "pinitos".

José Miguel Jiménez, con 61 años, dejó de trabajar como Bombero. "El Real Decreto que permite hacerlo antes de los 60 al gremio es sólo de hace cinco años", indica José,  que en su faceta de sindicalista, recuerda que muchos de sus compañeros no llegan más allá de los 67 o 68 años de vida. "Es muy duro. Hay que acudir a lo que nos llamen. A veces hay peligro", y conlleva enfermedades fulminantes. "Problemas de corazón, a causa del alto estrés, pulmones afectados por gases tóxicos… entramos en contacto con radiactividad…". Además, recuerda José que las lesiones de rodillas y hombro hacen que las bajas sean muy altas a partir de los 55 años.

Determinados trabajadores ferroviarios y algunos artistas, cuyos trabajos tienen un componente físico altísimo, también tienen jubilaciones especiales, así como el personal aéreo, donde los horarios y la alta concentración generan problemas de salud graves.

Trabajar más allá de los 65

En España, si bien no es un número muy alto, sí es considerable que 130.000 personas mayores de 65 años sigan cotizando a la seguridad social, de un total de casi 17 millones y medio de españoles. La mayoría son funcionarios y otros tantos, autónomos.

José María Sagardía, asesor económico financiero del Tribunal de Cuentas, tiene 66 años, y mientras pueda, seguirá trabajando. "Sigo siendo válido. Los funcionarios podemos trabajar hasta los 70", explica. También es cierto que una de sus motivaciones es que uno de sus hijos todavía no está situado y siempre "viene bien seguir trabajando".

 

Como antiguo cargo de responsabilidad de la Seguridad Social, saca Sagardía el tema del retraso de la edad de jubilación. "La esperanza de vida ha crecido, hay menos nacimientos, el número de inmigrantes que cotiza se ha reducido… la situación actual es insostenible. Los estudios sobre que el sistema de pensiones podría quebrar sobre 2025 no son nuevos. El problema es que quizás se ha dado a conocer la propuesta en un mal momento".

Galia Marchisio es una psicoanalista en activo de 72 años. "Me encanta mi trabajo, y a pesar de lo difícil que es a veces no me lo tomo como una obligación. De hecho seguiría trabajando a pesar de que no tuviera que hacerlo. Y debo hacerlo porque en su momento me informaron mal y tardé en cotizar por lo que no puedo jubilarme hasta los 75 años", resume.

Pedro Cava Martín, especialista en medicina interna y digestiva de 76 años, sigue ejerciendo "principalmente por dinero, para ser claro. Me gusta mi profesión, sí, pero no tengo vocación. Eso es curas. Sí es verdad que soy autónomo, que además doy clases de vez en cuando. Pero me gusta mantener mi nivel de vida. Mi mujer dice que si me jubilo, tendría la mitad de sueldo y el doble de marido". Al ser preguntado por la capacidad de alguien mayor opina que en plenas facultades mentales,  "la experiencia es un grado, pero no sería nada sin conocimiento".

Por último, otro funcionario, Luis Alberto, recuerda que en "determinados trabajos, la producción intelectual más allá de los 70 puede ser muy rica, como el caso de los catedráticos eméritos, que siguen activos por encima de esa edad". Él, de 66 años, trabaja en Hacienda. "Seguiré trabajando mientras me apetezca", manifiesta, aunque cuenta su situación. "Saqué una Oposición en el ministerio hace tiempo. Entremedias, estuve 10 años de excedencia, volcado en la educación: masters y ayudar a preparar oposiciones. Y luego volví. Entonces me di cuenta de que en los setenta, al haber estado llevando las cuentas en empresas familiares, no coticé. Por lo que no hubiera podido jubilarme a los 65 con el 100%". Cuando lo haga pretende volcarse en la educación.

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