Primero fue el ‘No’ a Zapatero respecto a dejar vía libre a Trinidad Jiménez. Después el cruce de acusaciones con diferentes pesos pesados del Gobierno, como José Blanco o Alfredo Pérez Rubalcaba. Este martes se coló en el ‘estreno’ de su rival de cara a las primarias en el Partido Socialista de Madrid (PSM)… Y hoy presentará oficialmente su candidatura para las autonómicas de Madrid nada más y nada menos que en la sede de UGT en Madrid.
Tomás Gómez está dispuesto a dar guerra.Y el acto de hoy será una ‘rebelión’ más contra Zapatero y el aparato del partido. Desde su entorno se asegura que la elección del escenario con el que el secretario general del PSM no responde a ninguna estrategia. Añaden que la ‘Casa del Pueblo’, como se conoce a la sede de UGT, es la “casa de los trabajadores” y el lugar donde los socialistas madrileños suelen celebrar sus comités regionales. Es un lugar amplio, dicen.
Pero a nadie se le escapa que chirría arrancar la campaña en la sede de UGT cuando la relación de este sindicato ha pasado del amor al odio; cuando apenas quedan tres semanas para la huelga general y cuando se espera que en las próximas semanas la reforma laboral y la de las pensiones tense más la cuerda entre dos amigos como José Luis Rodríguez Zapatero y Cándido Méndez.
Y llama aún más la atención cuando tanto Trinidad Jiménez como Jaime Lissaveztky eligieron la sede del PSM, ubicada en la céntrica Gran Vías madrileña, para presentar sus respectivas candidaturas a la Presidencia y la Alcaldía de la capital.Además, es en este edificio donde Gómez tiene su despacho.
Hoy era el día de Zapatero
Tal día como hoy Zapatero acudiría a Rodiezmo, León, a conmemorar la Fiesta Minera Asturleonesa. Un acto cargado de militancia y reivindicación sindical con el que el presidente del Gobierno arrancaba el curso político. Este año no estará después de haber dado la vuelta a su programa electoral al recortar el sueldo de los funcionarios, congelar las pensiones para el año que viene, acabar con el cheque-bebé, aprobar una reforma laboral que ningún partido apoya y amenazar con aumentar la edad de jubilación a los 67 años.
No será Zapatero quien este domingo se dirija a la militancia y votantes socialistas. Será Tomás Gómez quien hoy le arrebate ese protagonismo.
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