Pablo González debuta en el Liceo de Barcelona con la ópera "Daphne"

  • El director de orquesta Pablo González debuta hoy en el Gran Teatro del Liceo al frente de la Sinfónica de Barcelona (OBC) en el estreno de la ópera "Daphne", de Richard Strauss, una tragedia bucólica en un solo acto con libreto de Joseph Gregor.

Jose Oliva

Barcelona, 10 jul.- El director de orquesta Pablo González debuta hoy en el Gran Teatro del Liceo al frente de la Sinfónica de Barcelona (OBC) en el estreno de la ópera "Daphne", de Richard Strauss, una tragedia bucólica en un solo acto con libreto de Joseph Gregor.

"Estoy muy contento de debutar en el Liceo, uno de los teatros más emblemáticos de Europa, donde volveré el próximo año con la OBC para representar 'La flauta mágica' de Mozart en una producción de la compañía Comediants", confiesa a Efe el debutante en una entrevista.

Estrenada el 15 de octubre de 1938 en la Staatsoper de Dresde, la ópera, que será interpretada en versión concierto, cuenta un reparto de cantantes "muy bueno", apunta González, como Robert Holl (Peneios), Janina Baechle (Gaea), Ricarda Merbeth (Daphne), Jörg Schneider (Leukippos), que también debuta en el Liceo, y Lance Ryan (Apollo).

En "Daphne", Gregor se había inspirado en una pintura romántica de Théodore Chassériau, "Apollon et Daphne" (c.1846), conservada en el Louvre, que representa a la ninfa de los árboles o dríade Dafne en el momento de transformarse en laurel, con el dios Apolo arrodillado ante ella y abrazándola, un mito que tiene su origen en las Metamorfosis de Ovidio.

La protagonista es una ninfa de los árboles de quien el dios Apolo se enamora a raíz de haber sido víctima de las flechas lanzadas por Eros, pero Dafne menosprecia a Apolo por una saeta de plomo que le ha disparado Cupido.

La primera versión de Gregor fue modificada, especialmente el final, por el propio Strauss con la ayuda de Zweig, que ya había colaborado con el compositor pero que el nazismo había prohibido.

"Daphne" no es de las óperas más comunes del compositor alemán, matiza González, "en parte, porque no tiene un libreto tan afortunado como otras óperas de Strauss, pero la música sí está a la altura de sus mejores obras".

La ópera se inscribe en el período tardío del compositor y está considerada una de las más líricas de toda su producción, con las escenas de Daphne que, según los expertos, son de las más exigentes para la voz de soprano del repertorio, que culminan en la escena de la metamorfosis.

Como pasa con todas las obras de Strauss, "Daphne" también entraña una "gran dificultad para la orquesta", porque tiene una partitura "muy exigente para los músicos, a los que lleva al límite", revela el director.

Es "la obra de un genio", y como todas sus óperas, aporta "creatividad y una imaginación desbordante", asegura González, quien aconseja al público "dejarse llevar".

"Daphne" fue escrita en 1938, "en un momento en el que se componía música más avanzada, más vanguardista y Strauss se encuentra en una época en la que se deja llevar, tiene facilidad para escribir, pero sin la ambición de tener que demostrar nada".

El debut de Pablo González en el coliseo barcelonés llega después de que fuera elegido director titular de la sinfónica barcelonesa el pasado mes de septiembre de 2010.

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