Las nuevas terapias y el envejecimiento disparan un 19% la factura farmacéutica

  • Desde 2014, el gasto en medicamentos -cada vez más caros- en hospitales se ha elevado un 30%. Solo en 2018 aumentó un 7,3%. 
María Luisa Carcedo y María Jesús Montero hablan en el Senado
María Luisa Carcedo y María Jesús Montero hablan en el Senado
EUROPA PRESS - Archivo

La mortalidad de los pacientes con insuficiencia cardíaca se ha reducido en un 60% en los últimos 30 años gracias a los nuevos medicamentos, mientras, el diagnóstico del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), que en 1990 suponía para un enfermo infectado prácticamente la 'sentencia de muerte', ya no resulta traumático y la esperanza de vida es similar entre seropositivos y seronegativos. En cuanto al cáncer de mama, hace 40 años la supervivencia a los cinco años del diagnóstico era del 50% frente al 90% actual para el mismo periodo de tiempo.

Buena parte del aumento de la esperanza de vida -2,3 años en la última década- viene asociado a la inversión en ensayos clínicos realizada por las compañías farmacéuticas, que se ha duplicado entre 2005 y 2017, desde los 299 millones hasta los 662, según datos de Farmaindustria. El aspecto positivo es el incremento del tiempo de vida, pero esa circunstancia prolonga la demanda de servicios sanitarios y medicamentos. Los españoles viven más y precisamente por eso mismo los achaques y las enfermedades duran más tiempo, según dejaba patente un reciente informe del Ministerio de Sanidad.

Todos estos factores -más años de vida, menos de buena salud a partir de los 65, terapias cada vez más caras y demanda de mayor número de servicios- han hecho que en el último quinquenio se dispare la factura farmacéutica hospitalaria y, también, aunque en menor medida, los gastos en medicamentos -con y sin receta-.  Solamente en los últimos cinco años, el presupuesto para fármacos en los centros sanitarios se ha incrementado más de un 30%, pasando 5.254 millones en 2014 a 6.883 millones, según los datos sobre gasto farmacéutico y sanitario que maneja el Ministerio de Hacienda.

El informe de Hacienda certifica también un aumento del 19% del conjunto de gastos sanitarios y farmacéuticos, que pasaron de 18.986 millones en 2014 a los 22.564 millones de 2018. Solo en el último año se elevaron un 4,5%, fundamentalmente debido al alza del gasto en los hospitales, que creció un 7,3%, casi tres veces más que el desembolso por receta, que se ha mantenido moderado en los últimos años. Esta coyuntura ha obligado a las comunidades a aumentar de forma importante las partidas presupuestarias destinadas a farmacia sanitaria, para el pago de nuevas terapias y tratamientos, y a aumentarlas ligeramente en el caso de los pagos de recetas.

El gasto farmacéutico, bajo lupa

El pasado mes de febrero, el Consejo de Ministros dio luz verde al Plan de Acción elaborado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) para iniciar la segunda fase del proceso de revisión del gasto iniciado el pasado año, que en esta ocasión, entre otras cosas, se centrará en la vigilancia de la factura hospitalaria en farmacia con el objetivo de detectar ineficiencias y plantear medidas que sirvan para corregirlas. El análisis será remitido en breve a Bruselas.

El organismo independiente de control fiscal ha destacado en su preinforme que el gasto sanitario público en España supone ya cerca del 6% del Producto Interior Bruto (PIB) y que la factura de los hospitales supone seis de cada diez euros de esa cantidad. Entre las causas del espectacular incremento de la factura hospitalaria de los últimos años, la AIReF señala el "aumento de la actividad asistencial, el mayor número de pacientes que son tratados, el uso de productos en nuevas indicaciones o formas farmacéuticas y la introducción de medicamentos de alto coste que ofrecen innovaciones terapéuticas".

La AIReF no prevé una disminución del gasto en medicamentos en hospitales a corto plazo. "La existencia de fármacos innovadores y de alto impacto económico y sanitario, la introducción de terapias individualizadas, el envejecimiento de la población, y unos ciudadanos cada vez más informados.... hacen necesario implementar medidas que permitan satisfacer esta demanda creciente y, al tiempo, garantizar la sostenibilidad del Sistema", destaca.

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