Panamá advierte a Italia para que retire acusaciones de corrupción

  • Panamá está dispuesta a rescindir los contratos por valor de 200 millones de dólares firmados con la mayor empresa italiana de alta tecnología Finmeccanica, si el Gobierno de Italia no retira las acusaciones de corrupción vertidas sobre el presidente panameño, Ricardo Martinelli.

Roma, 24 abr.- Panamá está dispuesta a rescindir los contratos por valor de 200 millones de dólares firmados con la mayor empresa italiana de alta tecnología Finmeccanica, si el Gobierno de Italia no retira las acusaciones de corrupción vertidas sobre el presidente panameño, Ricardo Martinelli.

Esta fue la advertencia lanzada hoy en Roma por el ministro de Seguridad de Panamá, José Raúl Mulino, quien calificó las acusaciones de "inaceptables" y subrayó que su país prefiere "quedarse sin los contratos" firmados con Finmeccanica.

El ministro panameño recordó que Finmeccanica -una empresa con participación estatal dedicada, entre otros, a la fabricación de equipos de seguridad y defensa- ya ha reconocido que los contratos firmados, que incluyen la instalación de 19 radares en Panamá y la entrega de seis helicópteros, son transparentes.

En una rueda de prensa, Mulino explicó que hoy pidió al Gobierno italiano "que declare que no hubo ningún tipo de corrupción en los contratos firmados con Panamá".

Insistió en la transparencia de los contratos al advertir de que si no hay una rectificación del Gobierno italiano "éstos serán objeto de evaluación, preferimos quedarnos sin los contratos", y añadió: "se pueden comprar helicópteros y radares en otra parte".

"Queremos limpiar el nombre de Panamá y traemos una posición firme", subrayó el ministro panameño.

Mulino se reunió en Roma con el director para los Países de América Latina de la Cancillería italiana, Luigi Macotta, en vista de la ausencia del ministro italiano de Exteriores, Giulio Terzi, porque "la urgencia" y la gravedad de las acusaciones así lo requería, según dijo.

Según la prensa italiana el exdirector del diario "Avanti", Valter Lavitola, detenido en Italia por delitos de corrupción y por chantaje al exprimer ministro Silvio Berlusconi, supuestamente entregó sobornos a altos funcionarios panameños, incluido Martinelli, para cerrar contratos en ese país.

Martinelli negó rotundamente las acusaciones de que recibió sobornos de Lavitola para favorecer empresas italianas.

Por su parte, Mulino desmintió también que "hubiera contrato alguno para la construcción de cárceles con empresas italianas".

"En Panamá no ha habido ni habrá ningún contrato sobre cárceles con Italia", dijo en referencia a las afirmaciones en ese sentido del empresario italiano Mauro Velocci, quien vinculó además el contrato con el pago de sobornos.

Asimismo, Mulino, subrayó que tampoco fue entregado ningún helicóptero al presidente Martinelli, ni ninguna suma de dinero, como aseguran las escuchas telefónicas entre Lavitola y el director comercial de Finmeccanica, Paolo Pozzassere y publicadas la prensa italiana.

Explicó que Lavitola, "ahora inmerso en problemas legales, fue el encargado por el Gobierno italiano del entonces primer ministro Silvio Berlusconi, para representarlo y que éste no pudo sobornar, ni dar un helicóptero al presidente panameño".

El ministro panameño explicó además que "no es un secreto que el presidente Martinelli es un empresario muy exitoso y posee dos helicópteros y un avión privado y no puede ser cierto que al señor presidente le pague alguien una cuenta de hotel".

Anunció que el Gobierno de Panamá ya ha nombrado en Italia a Francesco Coppi como su asesor y que el procurador de Panamá ha abierto una investigación.

Tampoco descartó que el Gobierno de Panamá lleve a cabo acciones legales contra Lavitola por sus "graves acusaciones".

Reconoció sin embargo que Lavitola logró que Italia entregara a Panamá seis lanchas patrulleras y la suscripción de un acuerdo de doble tributación fiscal porque "era un hombre muy influyente".

El exdirector del diario "Avanti" fue arrestado el pasado 16 de abril a su llegada al aeropuerto romano de Fiumicino desde Argentina, donde se había refugiado después de que estallara el escándalo del supuesto chantaje a Berlusconi en relación a las fiestas del entonces jefe del Gobierno italiano con jóvenes.

Sobre él pesa, además de la acusación de chantaje al ex primer ministro italiano, la de corrupción y desvío ilegal de fondos al exterior, así como la de corrupción internacional por supuestos sobornos a políticos de Panamá.

Mostrar comentarios