Paraguay sale del aislamiento diplomático y olvida crisis de la caída de Lugo

  • Paraguay recuperó en 2013 su legitimidad institucional e internacional con la celebración de elecciones, que ganó Horacio Cartes, del conservador Partido Colorado, tras un año de aislamiento diplomático por la controvertida destitución del primer presidente de izquierda, Fernando Lugo.

Asunción, 20 dic.- Paraguay recuperó en 2013 su legitimidad institucional e internacional con la celebración de elecciones, que ganó Horacio Cartes, del conservador Partido Colorado, tras un año de aislamiento diplomático por la controvertida destitución del primer presidente de izquierda, Fernando Lugo.

La victoria de Cartes supuso la vuelta al poder del partido hegemónico desde finales del siglo XIX y que el general Alfredo Stroessner utilizó durante su dictadura (1954-1989).

Los comicios de 2013 "dieron una vuelta de página a un periodo que casi todos querían pasar de una vez por todas", dijo a Efe el analista político Alfredo Boccia.

A su juicio, durante la gestión del liberal Federico Franco, que era el vicepresidente de la nación con Lugo, apoyó su destitución, en junio de 2012, y le sustituyó, el país se mantuvo aislado regionalmente con "un Gobierno que carecía de legitimidad".

Cartes comenzó su gestión retomando la relación bilateral con los vecinos y ya lleva ocho viajes oficiales al extranjero, el primero para participar en la cumbre de la Unión de Naciones Sudamericana (Unasur) celebrada en Surinam a finales de agosto.

Esa organización y el Mercado Común del Sur (Mercosur) suspendieron a Paraguay de participación en tales bloques en represalia por la destitución de Lugo en un rápido juicio parlamentario en el que fue acusado de "mal desempeño" de sus funciones.

Los otros miembros del Mercosur, Argentina, Brasil y Uruguay, aprovecharon entonces la ausencia de Paraguay para incluir a Venezuela en el bloque, ingreso que el Congreso paraguayo bloqueaba desde hacía años.

Su entrada provocó un laberinto jurídico, ya que los tratados disponen que cualquier nueva adhesión debe ser aprobada por unanimidad. En el caso de Venezuela el Parlamento de Paraguay la vetó durante años al argumentar algunos senadores que Caracas no respetaba los principios democráticos que debe observar el Mercosur.

Además, durante la crisis por la destitución de Lugo las relaciones bilaterales con Venezuela quedaron congeladas tras la visita que en aquellos días hizo a Paraguay el entonces canciller Nicolás Maduro, cuya posición fue considerada una injerencia que le supuso ser declarado persona non grata por la Cámara baja.

Este miércoles se resolvió el laberinto, del que ya se había comenzado a salir con la paulatina normalización de relaciones con Caracas. A iniciativa de Cartes, el Congreso aprobó ese día el protocolo de adhesión de Venezuela y retiró la declaración contra Maduro, presidente venezolano desde abril.

Con ello, Asunción, cuya suspensión en Mercosur ya había sido levantada formalmente en agosto pasado, dio por cumplidos los pasos para restaurar la legitimidad institucional.

En cualquier caso, el detonante del cese de Lugo, la matanza de Curuguaty, en la que murieron 6 policías y 11 campesinos durante el desalojo de una hacienda ocupada, sigue sin esclarecerse.

De momento, varios campesinos serán juzgados por esas muertes y la Fiscalía no ha presentado cargos contra ningún mando policial o político, que entonces formaban parte de la administración de Lugo.

En el ámbito legislativo, Cartes ha logrado la aprobación de sus principales iniciativas en estos meses de Gobierno.

Entre ellas está una reforma de la Ley de Defensa Nacional que le permitió desplegar a las fuerzas armadas en el interior del país sin declarar el Estado de excepción, en respuesta a las supuestas acciones del grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), al que se atribuyen siete asesinatos desde que él asumió el poder.

También logró una ley que limita el déficit fiscal nacional y otra que facilita las licitaciones de obras y servicios públicos a empresas privadas.

Ahora debe afrontar su gran y principal desafío, la lucha contra la pobreza, en la que está sumido un 32,4 % de los 6,5 millones de habitantes, según la ONU.

Paraguay tiene la segunda mayor concentración de tierras en el mundo, ya que el 2,6 % de los propietarios detentan el 85,5 % de la superficie agraria, según la FAO.

Cartes aplicó ya un nuevo impuesto a la renta y una ampliación del IVA al sector agropecuario, que sin embargo contribuye muy poco al erario público.

Pero al mismo tiempo vetó una tasa sobre las exportaciones de granos, un tributo más fácil de cobrar al no admitir deducciones.

Este año Paraguay tendrá el mayor crecimiento de América, un 13,6 %, según pronósticos oficiales, debido a la buena cosecha y producción de carne, tras una caída de un 1,2 % de su Producto Interno Bruto (PIB) el año pasado.

No obstante, el impacto del aumento del PIB en la reducción de la pobreza es menor que en otros países, según los expertos, debido a que la mayoría de la producción agropecuaria está en manos de unos pocos latifundistas, en un país que prácticamente depende del sector primario.

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