Partido opositor mexicano define su futura relación con el Gobierno

México, 28 abr.- El Partido Acción Nacional (PAN) de México se reúne mañana para definir el futuro de los acuerdos firmados en diciembre pasado con el Gobierno y otros líderes políticos del país a fin de impulsar profundas reformas al Estado.

El PAN, que gobernó en México desde 2000 hasta 2012, analizará en su Comisión Política si sigue sumándose al Pacto por México después de que ese amplio acuerdo entrara en crisis por denuncias sobre el desvío de fondos de programas sociales para fines electorales.

Las denuncias y sus repercusiones representaron el traspié más importante en la política de consensos que viene buscando Enrique Peña Nieto desde que asumió la Presidencia de México, el pasado 1 de diciembre, lo que marcó el regreso al poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Dirigentes del PAN, apoyados por otras fuerzas políticas de la oposición, denunciaron que fondos destinados a programas como la Cruzada contra el Hambre estaban siendo desviados para ganar lealtades políticas en el estado oriental de Veracruz con vistas a las elecciones locales del 7 de julio próximo.

Aunque fueron cesados seis funcionarios y uno más quedó suspendido temporalmente, la oposición no quedó satisfecha con la reacción oficial y por el apoyo político que prestó Peña Nieto a su secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles.

"Lo único que no podemos hacer es quedarnos con los brazos cruzados", afirmó ayer el presidente del PAN, Gustavo Madero. "No podemos hacer como si nada de esto estuviera sucediendo, porque está sucediendo y lo estamos demostrando", agregó.

La primera víctima de esa queja fue el acto de presentación de una reforma financiera que se iba a dar a conocer el pasado martes y en la que iban a participar dirigentes de la oposición, como viene siendo habitual para este tipo de ceremonias en los últimos meses.

El Gobierno, ante ese anticipo de plantón, decidió desconvocar el acto y abrir un espacio de diálogo para limar asperezas con la oposición y encaminar un proceso de consensos poco habitual en la vida política de México.

Hasta ahora, los Pactos por México han permitido promulgar reformas claves como la de la educación, que logró cercenar derechos sindicales que se mantienen por décadas, aunque aún continúa habiendo rescoldos gremiales que siguen resistiendo esa reforma.

El Parlamento también tiene pendiente dar el último trámite legislativo a una reforma en telecomunicaciones que ataca a los monopolios y genera más competencia en un sector clave de la economía mexicana.

Esas dos reformas, más la financiera, la energética y una fiscal fueron delineadas en los Pactos por México, que fijó la hoja de ruta, acordada por el Gobierno y la oposición, para impulsar cambios constitucionales que la sociedad venía demandando.

Se trata de una agenda que respalda no sólo el Gobierno, sino fuerzas políticas de la oposición, que han participado en los debates previos y han hecho sus propios aportes para que la legislación sea aprobada con el consenso de todos.

"Más del 79 % de los 95 acuerdos del Pacto son banderas del Partido de la Revolución Democrática (PRD)", afirmó el viernes el presidente de ese grupo izquierdista, Jesús Zambrano. "Mucho de lo que hoy sale adelante es por el papel del PRD", agregó.

Durante una visita oficial a Perú, Peña Nieto insistió en la vigencia del Pacto por México y la alianza política que se ha forjado, un consenso "que no ha estado exento de tener algunas diferencias en el camino".

"El Pacto es un importante instrumento para poder procesar cambios y transformaciones estructurales que nuestro país necesita"; insistió el gobernante.

Se espera que la decisión que adopte la Comisión Política del PAN en su reunión de mañana sea llevada al consejo rector del Pacto por México, que revisará el lunes los pasos a seguir como la reforma financiera pendiente.