Pasa a disposición judicial un detenido por los dos desaparecidos en Els Pallaresos

Tarragona.- R.L., el hombre de 58 años detenido anteayer por su presunta implicación en la desaparición de su excompañera y su cuñado hace dos años, ha pasado a primera hora de la mañana a disposición del juzgado de instrucción número 2 de Tarragona.

Pocos minutos antes de las 09.00 horas, una furgoneta de los Mossos d'Esquadra ha conducido al detenido al interior de las dependencias judiciales, donde la titular del juzgado de instrucción le tomará declaración y, tras escucharle, decidirá si le envía a prisión, si prorroga la detención o si le deja en libertad.

R.L. fue detenido el pasado miércoles día 30 en el bar que regentaba en el barrio tarraconense de Riuclar, La Parada.

Los Mossos d'Esquadra también registraron su domicilio, en la calle Príncep de Viana de Els Pallaresos, donde se incautaron de diversos objetos como palas, picos o un saco para comprobar si tenían rastros de sangre.

Los Mossos sospechan que el detenido guarda relación con la desaparición, el 27 de marzo del 2009, de su excompañera sentimental, Julia Lamas, portera en un bloque de la Rambla Nova de Tarragona, y de su cuñado, Maurici Font, un jubilado que cultivaba un huerto cerca del polígono Riuclar de Tarragona y que sufría diabetes.

La policía catalana, que ayer buscó en ese huerto los cadáveres de los desaparecidos, cree que la desaparición de Julia podría tener un móvil económico y, en el caso de Maurici, se inclina por el hecho de que R.L. se sentía atraído por su mujer, Mercedes Lamas, según ella misma ha confesado.

El detenido fue la última persona que vio a ambos con vida, y el vehículo de Maurici apareció el mismo día de la desaparición con las puertas abiertas en la estación de Renfe de Tarragona.

R.L. había sido condenado en 1993 a 57 años de prisión por el asesinato de su primera mujer, Dolores Camacho, y de su hijo Daniel, de 6 años, crímenes cometidos en junio de 1988 y julio de 1989, respectivamente.

Su mujer apareció decapitada en la vía del tren en L'Aldea, en lo que pareció un suicidio, y en el caso de su hijo se trató de un accidente de coche en el que falleció el menor, que murió carbonizado tras caer por un terraplén de 20 metros en la vía que une Xerta con Gandesa, y del que R.L., que conducía el vehículo, salió ileso.

R.L. cobró del seguro de 3 millones de pesetas por el accidente de tráfico, pero nueve meses después fue detenido por estos hechos e ingresó en 1990 en prisión preventiva.

Fue juzgado en noviembre de 1993 en la Audiencia de Tarragona, en una vista en la que el fiscal pidió 50 años de prisión y una indemnización de 18,5 millones de pesetas.

Tras negar durante el juicio todos los cargos, incluso la muerte de su hijo, que sí que había admitido ante la policía, la Audiencia le condenó a 57 años de prisión, aunque solamente llegó a cumplir nueve "por buena conducta" y, aprovechándose del antiguo Código Penal, redimió pena por trabajar en la cocina y en el economato.

En 1999 salió en libertad condicional -ya había disfrutado de algún permiso durante su estancia en la cárcel- y empezó a trabajar como conductor de ambulancias, primero, y luego como camarero, hasta que el año pasado montó su propio negocio, el bar La Parada en el barrio de Riuclar.