Passos Coelho cree decisivo recortar pensiones para evitar un segundo rescate

  • El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, sostuvo hoy que los recortes en las pensiones del Estado y en los salarios de los funcionarios son medidas decisivas para que Portugal evite un segundo rescate.

Lisboa, 22 sep.- El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, sostuvo hoy que los recortes en las pensiones del Estado y en los salarios de los funcionarios son medidas decisivas para que Portugal evite un segundo rescate.

Passos Coelho negó que estos planes sean "cabezonería" suya y defendió que el Estado luso debe cumplir los compromisos que firmó en 2011 para recibir un préstamo internacional, porque de ellos depende el fin del programa de asistencia con éxito.

"(Estas medidas) son la diferencia entre cerrar este programa de asistencia o tener que pedir otro programa", afirmó en un acto de partido con motivo de la campaña de las elecciones municipales del próximo domingo.

Las reformas incluyen una rebaja del 10 % en las pensiones públicas de más de 600 euros y una reducción en hasta un 60 % el salario de aquellos trabajadores públicos que se consideren excedentarios.

El Gobierno cuenta con mayoría parlamentaria para aprobarlas, a pesar del rechazo de sindicatos y la oposición de izquierdas, y pretende con ellas disminuir el gasto público y acercarse a las metas de déficit exigidas por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio del rescate.

Passos Coelho admitió, además, que en estos momentos es "más difícil" cumplir esos objetivos debido a la presión de los mercados sobre la deuda portuguesa al alza y las "dudas" de los inversores sobre la capacidad del país para finalizar el programa.

"Las personas aquí dentro comienzan a entender que finalmente nuestra economía va a mejorar, pero fuera comienza a haber dudas sobre si conseguiremos cerrar este proceso del programa de ajuste", advirtió.

Esta semana la agencia de calificación Standard & Poor's reveló que puede rebajar la nota crediticia del país en los próximos meses ante los riesgos de inestabilidad política y de un potencial incumplimiento del programa.

La amenaza llegó después de dos años y medio bajo asistencia financiera, durante los que Portugal ha arrojado resultados poco sólidos sobre su recuperación: arrastra el tercer año en recesión y una tasa de desempleo del 16,4 por ciento.

A nueve meses del fin del rescate y mientras los técnicos del FMI y la UE realizan en Lisboa un nuevo examen a su programa, el país sigue, además, pendiente de asegurar su regreso a los mercados en junio de 2014 y garantizar así su autonomía financiera.

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