Passos Coelho: Portugal debe "dar un paso atrás para poder dar dos adelante"

  • El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, asumió las dificultades que supondrán para las clases medias y bajas los ajustes recogidos en los presupuestos de 2012, aprobados hoy, pero los consideró inevitables para recuperar al crecimiento.

Lisboa, 30 nov.- El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, asumió las dificultades que supondrán para las clases medias y bajas los ajustes recogidos en los presupuestos de 2012, aprobados hoy, pero los consideró inevitables para recuperar al crecimiento.

"Debemos dar un paso atrás para poder dar dos adelante", subrayó el máximo responsable del Gobierno luso en una entrevista a la cadena de televisión lusa SIC, en la que también admitió la posibilidad de tener que ampliar estas medidas de austeridad si empeora el contexto económico europeo.

Passos Coelho, líder a su vez del conservador Partido Social Demócrata (PSD), admitió que "será muy difícil pasar el 2012 para las personas con rendimientos intermedios" por los recortes previstos para el próximo año.

El proyecto presupuestario fue aprobado hoy en el Parlamento luso gracias a la mayoría absoluta del Ejecutivo, formado por el PSD en coalición con los democristianos del CDS-PP, y recoge fuertes recortes del gasto público, un incremento de la carga fiscal y la supresión de pagas extra a pensionistas y funcionarios.

El principal grupo de la oposición, el Partido Socialista (PS), decidió abstenerse, mientras que la izquierda marxista votó en contra.

Passos Coelho aseguró ser "consciente de los sacrificios" que exige a los portugueses, pero recordó que la actual situación de crisis la heredó del anterior Ejecutivo, de signo socialista, y que sin reducir el déficit público el país no conseguirá regresar al crecimiento económico.

Portugal se comprometió a rebajar su déficit del 9,8 % con que cerró en 2010 al 5,9 % este año, el 4,5 % en 2012 y el 3 % en 2013.

"Desde que llegamos al Gobierno (...) nos hemos centrado en aplicar el memorando firmado con nuestro apoyo por el Partido Socialista y la Unión Europea y el Fondo Monetario internacional", insistió en referencia a la ayuda financiera concedida en mayo por estos organismos a Portugal, por valor de 78.000 millones de euros.

En su opinión, el Gobierno ha sido "sensible" a las críticas realizadas al proyecto presupuestario, y por ello aceptó modificar levemente las condiciones de los cortes en las pagas extras de pensionistas y funcionarios.

El primer ministro portugués resaltó que los ingresos que dejará de recibir el Estado debido a estas modificaciones se compensarán con el aumento de la tributación a los rendimientos de capital (dividendos, intereses, etc.), y que pasa del 21,5 al 25 %.

Asimismo, reconoció que la carga fiscal que soportan los portugueses es de las más altas de Europa, por lo que el objetivo del actual Gobierno es reducirla, aunque sólo una vez se haya rebajado el gasto público.

Passos Coelho admitió que existen algunos riesgos que podrían afectar al cumplimiento de sus objetivos económicos, relacionados fundamentalmente con la evolución de la situación europea.

"Si por razones externas, la recesión fuera mayor del 3 por ciento en 2012, claro que tendríamos que tomar nuevas medidas. Pero en este momento no quiero hablar de cuáles pueden ser", precisó.

El máximo responsable del Gobierno luso se mostró "preocupado" por el desafío que supone que las empresas públicas refinancien sus deudas en los próximos tres años, así como por el proceso de reducción de deuda (desapalancamiento) que afronta la banca lusa.

De hecho, Passos Caelho afirmó que en las últimas reuniones con los técnicos de la UE y el FMI ya se discutió la posibilidad de "flexibilizar" algunas de las condiciones presentes en el memorando firmado en mayo.

Explicó que estos cambios no tienen que suponer "necesariamente más dinero", sino que podrían reflejarse en la alteración de las condiciones exigidas al sector bancario o la creación de nuevos mecanismos para atraer liquidez.

En referencia a la crisis de la deuda soberana en Europa, el primer ministro luso lamentó que no se hayan aplicado algunas de las decisiones adoptadas por la UE en las cumbres de julio y octubre, aunque descartó que su gobierno contemple la caída del euro.

Passos Coelho, además, restó importancia a sus desavenencias con el presidente de Portugal, el también conservador Aníbal Cavaco Silva, quien ha defendido posturas diferentes a las del primer ministro en asuntos como la creación de los eurobonos o el alcance de las medidas de austeridad en pensionistas y funcionarios.

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