Lima, 19 ago.- El presidente de Perú, Ollanta Humala, dijo hoy que se construirá la carretera del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) hacia Quinua, en la región serrana de Ayacucho, paralizada por un reciente ataque terrorista, como parte de las acciones para combatir la violencia en el sureste del país.
En declaraciones a la prensa, Humala dijo que "vamos a continuar con esa obra", a pesar del reciente ataque sufrido por la empresa Consorcio Quinua a cargo de la vía, que perdió maquinaria incendiada por presuntos terroristas el pasado 23 de julio.
Humala dijo que "la paralizacion que afecta ahora a la obra (por las lluvias en la zona y el ataque terrorista) no ha hecho daño al cronograma (original)" para concluir la carretera.
El VRAEM se ubica en una zona selvática, de difícil acceso, donde hay fuerte presencia del narcotráfico, con extensas zonas cultivadas con hoja de coca, y es ruta de tránsito de los remanentes de la banda armada Sendero Luminoso que ofrecen seguridad a los narcotraficantes.
El gobierno peruano organizó el domingo una marcha en la ciudad de Pichari, en el VRAEM, que según Humala "ha permitido mostrarle al país que la población está unida en camino hacia la paz".
Las Fuerzas Armadas y de Policía se enfrentaron la semana pasada a un grupo armado en una localidad de Ayacucho en la que resultaron abatidos dos cabecillas "senderistas" en esa zona, los camaradas Alipio y Gabriel, y otro militante subversivo, según las autoridades.
Humala, con una aprobación popular del 29 %, el porcentaje más bajo en los dos años que lleva de mandato, según una encuesta reciente, ha ordenado a la fuerza pública mantener una fuerte lucha contra los grupos violentos.
El mandatario aseguró este lunes que no ha visto los sondeos sobre su baja popularidad y dijo que "no gobernamos con encuestas".
La desaprobación a Humala alcanzó al 62 % de los encuestados, mientras que el 9 % no precisó una respuesta, de acuerdo con el sondeo difundido recientemente por Ipsos-Perú.
Un 39 % de los encuestados en esa ocasión consideró que los ataques contra el grupo armado conformado por remanentes de Sendero se debió al trabajo conjunto de las Fuerzas Armadas y la Policía.
El 34 % lo atribuyó a un trabajo de inteligencia, y solo un 5 % refirió que todo ocurrió por respaldo político del Gobierno.
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