Perú y Chile esperan con "tranquilidad" y "confianza" el fallo de la CIJ

  • Los delegados ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de Perú y Chile, Allan Wagner y Alberto van Klaveren, respectivamente, aseguraron hoy que sus países esperan con "tranquilidad" y "confianza" el fallo del Alto Tribunal de la ONU sobre su frontera marítima, un litigio que les ha enfrentado desde 2008, cuando Lima presentó el caso ante la Corte de La Haya.

La Haya, 14 dic.- Los delegados ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de Perú y Chile, Allan Wagner y Alberto van Klaveren, respectivamente, aseguraron hoy que sus países esperan con "tranquilidad" y "confianza" el fallo del Alto Tribunal de la ONU sobre su frontera marítima, un litigio que les ha enfrentado desde 2008, cuando Lima presentó el caso ante la Corte de La Haya.

En una comparecencia ante la prensa al finalizar la audiencia que puso fin a la fase oral del contencioso, el representante de Perú, Wagner, dijo que esperan con "serenidad" el fallo, que previsiblemente se pronuncie en unos "seis meses".

Remarcó que al cierre de las audiencias, los argumentos peruanos siguen "incólumes" porque "Chile no ha logrado probar la existencia de límites marítimos" ya establecidos.

En declaraciones a Efe, Wagner indicó que las posiciones de Perú "son firmes": "Tenemos confianza en que el fallo nos dará la razón", dijo, aunque remarcó que ahora son los jueces quienes tienen la última palabra.

El representante de la delegación chilena, Alberto van Klaveren, coincidió con Perú en señalar que Chile espera "tranquilo" el fallo de la Corte, con la "confianza" de que la posición defendida por el país, que hoy tuvo su última intervención ante los jueces, es "sólida y conforme al derecho internacional".

Reafirmó la posición chilena de que ya existe una frontera marítima con Perú que pasa por el paralelo 18 grados, 21 minutos, 00 segundos Sur, que calificó de límite "estable, operativo, claro y pacífico".

Resaltó que el "peso de la práctica posterior" a la firma de los tratados de 1952 y 1954, que Chile invoca como base jurídica de la frontera en el mar, es "insoslayable".

"La Corte no necesita establecer un límite marítimo entre Chile y Perú (...) y su desconocimiento vulneraría aspectos fundamentales del derecho internacional como lo son el principio de la estabilidad de las fronteras", dijo Van Klaveren, que previamente pidió en la sala al tribunal que "declare improcedentes las peticiones de Perú en su totalidad".

Ambos representantes también coincidieron en señalar que las relaciones entre los dos países son "pacíficas y amistosas".

El abogado de la delegación chilena, Claudio Grossman, comentó a Efe que la "narrativa chilena es sólida y basada en los hechos (...) y toca una cuerda muy importante de estabilidad fronteriza que es válida para todos los países de la región".

También resaltó que la frontera marina defendida por Chile está avalada "por la marca de la práctica", lo que incluye que "la Declaración de Santiago de 1952 fue confirmada por tratados posteriores, en 1954, acuerdos de implementación de 1967, 1968, y una práctica constante y concordante (...) y todas ellas son expresiones de soberanía".

Para Santiago esa práctica "ha favorecido" tanto a Chile como a Perú, que se ha convertido en una potencia pesquera en las últimas décadas.

En dos semanas de audiencias orales, que empezaron el pasado 3 de diciembre y concluyeron hoy, Perú y Chile expusieron sus argumentos respectivos sobre su frontera marítima.

El punto de partida es que mientras Chile opina que la frontera ya fue fijada en tratados anteriores, firmados en la década de los cincuenta, Perú considera esos acuerdos de mera naturaleza pesquera y de protección de los recursos naturales.

En concreto, Chile mantiene que la Declaración de Santiago sobre Zona Marítima de 1952 y el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954 forman la base jurídica de su frontera marítima con Perú, mientras que el Tratado y Protocolo Complementario para resolver la cuestión de Tacna y Arica fijó en 1929 el límite terrestre entre ambos países.

Para Perú esos acuerdos indicaron la "jurisdicción" marítima, pero no la soberanía sobre una zona de 200 millas a partir de la costa para ambos países.

Lima defiende que una división fronteriza basada en una línea equidistante a las costas es la única solución "equitativa" al litigio.

También Chile introdujo hoy el criterio de equidad en sus argumentos, ya que "el objetivo de la Declaración de Santiago de 1952 fue la renovación del derecho internacional, basado en una nueva equidad entre Estados", según defendió el profesor Pierre-Marie Dupuy.

Chile señaló también que cambiar la frontera que considera establecida tendría consecuencias negativas para la población chilena que faena en las aguas que reclama Perú, que ocuparían un espacio de unos 38.000 kilómetros cuadrados al sur del paralelo.

El fallo de la CIJ, que las autoridades de ambos países se han comprometido a respetar, es vinculante e inapelable.

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