Piñera inicia última gira entregando casas y compara su gobierno con Bachelet

  • Sebastián Piñera inició hoy su última gira como presidente de Chile con un viaje por varias localidades del sur del país afectadas por el terremoto de 2010, una oportunidad que el mandatario aprovechará para comparar su gestión con la de Michelle Bachelet, quien vuelve al poder el 11 de marzo.

Manuel Fuentes

Santa Cruz (Chile), 24 feb.- Sebastián Piñera inició hoy su última gira como presidente de Chile con un viaje por varias localidades del sur del país afectadas por el terremoto de 2010, una oportunidad que el mandatario aprovechará para comparar su gestión con la de Michelle Bachelet, quien vuelve al poder el 11 de marzo.

Piñera comenzó este lunes la llamada "gira de la reconstrucción" en Santa Cruz, una pequeña localidad agrícola situada a 154 kilómetros de Santiago en la que el cataclismo del 27 de febrero de 2010 derrumbó varias casas que habían sido edificadas catorce años antes con materiales de pésima calidad.

Una familia pereció bajo los escombros al tiempo que se derrumbaban un centenar de viviendas construidas "con cemento de papel", según la descripción hecha hoy por el propio presidente.

En su lugar ahora se levanta un conjunto de "viviendas sociales, pero con ADN de clase media", aseguró orgulloso el presidente antes de cortar la infaltable cinta de las inauguraciones y entregar las llaves a sus felices propietarios.

En todo Chile, las obras para la reconstrucción de la infraestructura de comunicaciones, los edificios públicos y las viviendas que destruyó el terremoto superan los 4.000 millones de dólares, según cifras oficiales, más de la mitad de los cuales (2.600 millones) corresponden a la construcción o reparación de las 221.000 viviendas afectadas.

A pesar del cambio de gobierno previsto para dentro de dos semanas los fondos para acabar los proyectos en marcha están garantizados, aseguran las autoridades.

"El presupuesto de 2014 contempla todos los recursos para terminar las viviendas que están dentro del programa de reconstrucción", aclara a los periodistas el ministro de Vivienda, Rodrigo Pérez, quien acompaña a Piñera en esta gira.

El ministro se cura en salud y asegura que las viviendas construidas y las que están por terminar soportan cualquier revisión que el gobierno de Michelle Bachelet quiera llevar a cabo, como ya han insinuado algunos colaboradores de la presidenta electa, y anuncia que él mismo ha encargado una auditoría.

"El gasto en construcción da pleno respaldo a las cifras que se han ido entregando. Son cheques pagados por facturas de obras realizadas y entregadas. Tenemos mucha tranquilidad de lo que hemos hecho", ataja Pérez.

La ceremonia de entrega de las viviendas del conjunto habitacional Villa Panigue I de este lunes fue preparada con gran esmero.

Los balcones de los edificios color gris están engalanados con banderas chilenas, un presentador animaba a los asistentes a que cuenten los segundos que faltan para el corte de la cinta y una pantalla gigante mostraba imágenes de las obras realizadas en la región a medida que el presidente Piñera va desgranando su balance.

El alcalde de Santa Cruz, William Arévalo, ataviado con un vistoso poncho corto de campesino, agradecía al presidente "lo mucho que ha hecho" por esa zona rural del país durante sus cuatro años de gobierno.

Y para remachar la idea de que éste es el último adiós del mandatario, el titular de Vivienda, uno de los más fieles colaboradores del presidente, arengó a los presentes diciéndoles que los chilenos tienen que tener muy claro el país "en los suelos" que recibió Piñera y el Chile "reconstruido" que está entregándole a la presidenta Bachelet.

El ministro Pérez echó cuentas: 195.000 viviendas entregadas a fines de enero y otras 26.000 que están en proceso de construcción. "Le cumplimos a las 221.000 familias afectadas por el terremoto", enfatizó.

Además de llaves, el presidente aprovechó la escala en Santa Cruz para entregar reconocimientos a personas que destacaron por su esfuerzo y abnegación durante el terremoto, así como a líderes vecinales y representantes de la etnia mapuche por su labor social.

Y también hubo oportunidad para los consejos. El mandatario aconsejó a los nuevos propietarios que antes de tomar posesión de su flamante vivienda arreglen -si es que tienen- diferencias con familiares y amigos, para así iniciar una vida verdaderamente plena.

Piñera habló de "no dejarse derrotar por el dolor" y "arremangarse" para ponerse a trabajar, como hicieron los chilenos inmediatamente después del terremoto que hace cuatro años asoló gran parte de la zona central del país.

Crecimiento, empleos, salarios, oportunidades son las palabras que jalonaban el discurso del presidente, quien echó mano de un rosario de cifras para respaldar la idea fuerza de la ceremonia: que él le entrega a Michelle Bachelet un mejor país que el que hace cuatro años recibió de ella.

La última gira del mandatario chileno proseguirá en las ciudades de Talca, Temuco, Puerto Montt y Concepción, donde el próximo jueves entregará un balance completo de los trabajos de reconstrucción.

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