Pocos cumplidos, muchos deberes

  • María Dolores de Cospedal ha cumplido y ha abierto hoy el congreso del PP andaluz que elegirá como presidente del partido a Juan Manuel Moreno, pero no se ha deshecho en elogios con el candidato ni se ha quedado mucho tiempo para arroparle. Ha ido a Sevilla, básicamente, a ponerle deberes.

Patricia de Arce

Sevilla, 1 mar.- María Dolores de Cospedal ha cumplido y ha abierto hoy el congreso del PP andaluz que elegirá como presidente del partido a Juan Manuel Moreno, pero no se ha deshecho en elogios con el candidato ni se ha quedado mucho tiempo para arroparle. Ha ido a Sevilla, básicamente, a ponerle deberes.

Dieciocho días han pasado desde que Moreno presentase su candidatura con el aval de la dirección nacional presidida por Mariano Rajoy, echando por tierra así todas las quinielas que daban como nuevo líder al secretario general saliente, José Luis Sanz, con la bendición de Cospedal y del aún presidente regional del partido, Juan Ignacio Zoido.

La presencia de la secretaria general era la más esperada hoy, porque en todos estos días Cospedal apenas ha hablado de Moreno, no ha dicho si era buen o mal candidato, tardó una semana en llamarle -desde que anunció su candidatura- y ha llegado a sugerir "intrigas" en el partido en torno a esta designación.

Así que todas las miradas estaban puestas en ella. Y todos los oídos también.

Ha llegado Cospedal con cierto retraso al Palacio de Congresos, y en la rampa de la entrada la esperaban ya Moreno y la futura secretaria general regional, Dolores López Gabarro, así como los tres vicesecretarios -Javier Arenas, Esteban González Pons y Carlos Floriano-.

Con una sonrisa se ha fotografiado junto a todos ellos y los ministros Cristóbal Montoro y Fátima Báñez, y ha entrado en el recinto acompañada en todo momento por Moreno, junto al que se ha sentado en primera fila antes de intervenir.

Cuando ha subido a la tribuna, Cospedal no ha hecho esperar a los impacientes, y ha tardado poco en dirigirse a Juan Manuel Moreno.

Si alguien esperaba elogios explícitos al candidato se ha quedado con las ganas, porque no los ha habido.

Cospedal ha preferido poner su empeño en decirle a Moreno que cuenta con el apoyo de todo el partido, tanto en Andalucía como en el conjunto de España.

Y después han llegado los deberes. Le ha dicho la secretaria general al próximo presidente del PP andaluz que no se "desoriente", y que ni "lo que ha pasado, lo que pase, o lo que pasará" le desvíe de su principal objetivo, que es trabajar por los andaluces.

Ha sido un aviso a navegantes pero sobre todo al propio Moreno: si ha habido tensiones en este proceso sucesorio, si las sigue habiendo o si las habrá, el presidente del PP andaluz tiene que estar por encima de ellas, y tiene que liderar con la vista puesta en las próximas elecciones para dar la batalla a la socialista Susana Díaz.

Y puesta la tarea, a otra cosa. Cospedal ha continuado su discurso hablando de elecciones europeas, de la salida de la crisis, de ETA, de Navarra... Y de Andalucía, claro.

Eso sí, sus primeras y mayores palabras de cariño y reconocimiento han sido para Juan Ignacio Zoido y José Luis Sanz. Al primero, le ha agradecido "de todo corazón" su trabajo por haber liderado el partido en un tiempo "difícil" y por haber decidido ceder el testigo, y del segundo ha subrayado su labor al frente de la dirección como secretario general.

María Dolores de Cospedal ha estado en el palacio de congresos sevillano poco más de una hora, y poco después de acabar su discurso -que ha durado 35 minutos- se ha marchado camino del AVE.

Pero no ha sido sólo la imagen de Cospedal la que buscaban las cámaras, pues ésta es una jornada repleta de gestos y expresiones que dan para todo tipo de lecturas.

Con semblante serio ha expuesto José Luis Sanz su informe, y después ha recibido el aplauso cerrado y en pie de todo el plenario, mientras un emocionado Zoido le ha dado un fuerte abrazo que parecía de consuelo, aunque también ha recibido las muestras de cariños de muchos otros, entre ellos Javier Arenas.

El vicesecretario general de Política Autonómica y Local, a quien muchos consideran como el gran padrino de Moreno, no ha escondido hoy su alegría, incluso lo ha dicho: "no veáis lo contento que estoy, porque Juanma va a ser el primer presidente no socialista, centrista, de Andalucía", ha subrayado.

Pero no se ha olvidado del otrora aspirante, y ha tenido un momento caballerosidad cuando ha destacado la "excelente lección política, pero sobre todo humana", que ha dado José Luis Sanz.

La imagen de Sanz y Zoido contrastaba con la de Moreno o Arenas, pero también con otras como la de la ministra de Empleo.

Y es que Fátima Báñez, que ha llegado junto a Cristóbal Montoro pletórica al palacio de congresos y no ha podido contener un "¡Olé, Olé! ¡Viva Andalucía!" cuando ha visto a Juan Manuel Moreno recibiéndola en la entrada.

Todo en un día en el que no se ha olvidado el PP, una y otra vez, de subrayar la salida de la crisis gracias a su gestión de gobierno.

O en otras palabras, y copiando las metáforas que tanto le gustan a Rajoy, "ya ha nacido la recuperación económica" y "nos queda llegar desde el cabo de Hornos al cabo de Buena Esperanza". Así lo ve, y así lo ha dicho, el ministro Montoro.

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