Policía duda de la notaría argentina que Bárcenas usó para venta de cuadros

  • La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía duda de la transparencia de la notaría argentina en la que el extesorero del PP Luis Bárcenas formalizó una compraventa de cuadros valorados en 560.000 euros, que el juez de Gürtel cree que fue una operación ficticia para encubrir el blanqueo.

Madrid, 5 jul.- La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía duda de la transparencia de la notaría argentina en la que el extesorero del PP Luis Bárcenas formalizó una compraventa de cuadros valorados en 560.000 euros, que el juez de Gürtel cree que fue una operación ficticia para encubrir el blanqueo.

La UDEF llega a esta conclusión en un informe, al que ha tenido acceso Efe, en el que cumplimenta, con ayuda de Interpol Argentina, una petición del juez Pablo Ruz de localizar la escribanía o notaría de Buenos Aires en la que se suscribió ese contrato, según lo manifestado en su declaración como testigo por la pintora argentina Isabel Mackinley que actuó de intermediaria en esa operación.

Los agentes han localizado la notaría en la avenida Córdoba, donde tiene registrado su domicilio profesional la escribanía o notaria Silvia Fernanda González, que está inscrita en Buenos Aires como notaria.

"Señalar que ni en la entrada ni en el edificio ni en la puerta de la oficina figura la identificación de la escribanía ni la identidad del escribano, y por fuentes de inteligencia se ha tenido conocimiento que ante clientes no conocidos, y vencidas las dificultades para el franqueo de la puerta, se le interroga para saber de parte de que persona viene", destaca el informe.

La UDEF observa además que la notaría "no muestra signos externos de su actividad profesional cuando el notario presta un servicio público en el tráfico jurídico de las personas".

La Policía concluye que de esa forma de actuar se desprende que en este caso el notario "trabaja para una cartera de clientes fija" y "actúa con cautela y confidencialidad".

El pasado 5 de junio, Ruz interrogó como testigo a través de videoconferencia con Buenos Aires a Mackinley, quien admitió haber actuado como intermediaria de una compraventa ficticia de cuadros, supuestamente propiedad de la mujer del extesorero, Rosalía Iglesias.

Durante su declaración, la pintora argentina afirmó que el propio Bárcenas se desplazó a la notaría para la firma de la compraventa y le conoció como un amigo de Ángel Sánchis, también extesorero del PP.

"Tenía acento español, yo no me acuerdo si me lo presentaron; yo de todas maneras no hubiera sabido quién era, ni Luis Bárcenas ni nadie, porque yo no estoy muy al tanto de las noticias", manifestó Mackinley en su declaración, que reproduce el informe policial.

En ese momento la pintora no sabía de quién se trataba, pero "muchos meses después, viéndolo por Internet, supe que era el Sr. Bárcenas", apuntó.

Según Ruz, esos contratos no reflejarían "operaciones reales", lo que le valió al matrimonio la imputación de nuevos delitos: falsedad documental y estafa procesal en grado de tentativa.

La Policía informó al juez de que para la firma de esos contratos, Bárcenas se desplazó en un mismo día a Argentina, el 16 de junio de 2011, algo que el extesorero siempre había negado.

En su declaración previa a su encarcelamiento, el pasado jueves, Bárcenas, según el auto de prisión, dio sobre ese viaje una explicación "vaga, imprecisa e incoherente" y que descalificó el testimonio de Mackinley, señalando que padece "enajenación mental", por lo que anunció que la iba a demandar y pidió que se la someta a una pericial psiquiátrica.

Al día siguiente de meterle en la cárcel, Ruz emitió una resolución en la que requería a Bárcenas los contratos originales de la compraventa de cuadros antes de decidir sobre la petición de someter a la pintora a una pericial caligráfica para comprobar que fue ella quién los firmó, ya que en un momento dado puso en duda que una de las firmas fuera la suya.

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