Presidente egipcio exige que rindan cuentas los implicados en actos violentos

El Cairo, 3 sep.- El presidente interino de Egipto, Adli Mansur, insistió hoy en que no habrá marcha atrás en el cumplimiento de la hoja de ruta del período transitorio y que aquellos implicados en actos de violencia deben ser presentados ante la justicia, en alusión a los islamistas.

En los extractos adelantados de la primera entrevista concedida por el Jefe de Estado a la televisión, Mansur destacó que "la reconciliación (nacional) no se contrapone con pedir que rindan cuentas quienes estén implicados en actos de violencia".

Desde el golpe militar que depuso al presidente islamista Mohamed Mursi el pasado 3 de julio, cientos de miembros de la Hermandad, entre ellos sus máximos dirigentes, han sido detenidos acusados de instigar a la violencia y al asesinato de manifestantes, entre otros.

Sobre la cofradía, el mandatario señaló que no se excluirá a ninguna fuerza política en el periodo transitorio, cuya hoja de ruta establece enmendar la Constitución y celebrar comicios parlamentarios y presidenciales.

Mansur también aludió a las medidas de excepción adoptadas durante este periodo, como el estado de emergencia y el toque de queda, cuya prórroga dijo que está condicionada con la situación de seguridad del país.

"Recurrimos a la imposición del estado de emergencia (durante un mes) como una alternativa imprescindible porque la patria estaba en peligro. Deseamos no necesitar prorrogarlo, y esto aún no está decidido", indicó Mansur.

Al ser preguntado sobre la eventual disolución de los Hermanos Musulmanes, Mansur respondió que "ese asunto está en manos de la Justicia egipcia y que su decisión será cumplida".

Sobre las críticas recibidas por algunos países a la medidas adoptadas por las autoridades interinas de Egipto, afirmó que la postura europea parece que ha comenzado a mejorar, mientras que la de EEUU debe aclararse.

Más duro se mostró con Catar y Turquía. Mansur subrayó que la paciencia de su Gobierno sobre la postura catarí "está a punto de acabarse".

"Egipto no acepta ninguna injerencia en sus asuntos internos. Estamos abiertos al mundo y a los otros países, pero sin intervención", remarcó.

Las autoridades sostienen que están llevando a cabo una lucha contra el terrorismo y han reforzado la seguridad en el país en previsión de nuevas manifestaciones, como las protagonizadas hoy por los Hermanos Musulmanes y otros grupos afines.