Los presidentes del Congreso y Senado renuncian a sus lujosos palacetes

Los presidentes del Congreso y del Senado han renunciado a vivir en los distinguidos palacetes a los que tienen derechos como tercera y cuarta autoridad del Estado. Ana Pastor y Pío García-Escudero han comunicado a los servicios de las Cortes que seguirán viviendo en sus respectivos domicilios particulares, según confirman a Lainformacion.com fuentes parlamentarias.

Las viviendas de los presidentes de ambas cámaras fueron habilitadas para facilitar la comodidad de sus inquilinos. La del presidente del Congreso está situada en el barrio del Retiro. En la calle Casado del Elisal se ubica este inmueble de unos 1.000 metros cuadrados repartidos en tres plantas y garaje. Cuenta con varios salones, dormitorios, comedores, despacho, gimnasio y sauna y fue adquirido por el Congreso durante la etapa del socialista Félix Pons.

Las ventanas de la vivienda permanecen cerradas y sus estancias vacías ya que Ana Pastor ha decidido continuar residiendo junto a su familia en otra zona de la capital.

Situada a escasos metros del Museo del Prado y de los Jerónimos, el gasto anual de esta vivienda es de 35.000 euros. Solo en electricidad la factura ronda los 10.000 euros al año.

Patxi López sí ocupó esta vivienda durante los seis meses que fue presidente del Congreso, asumiendo los gastos de manutención. Jesús Posada, durante la anterior legislatura, renunció a ella, pues ya disponía de piso en Madrid. José Bono, por su parte, la ocupó durante algunas noches en las que pernoctaba en Madrid y no en Toledo.

El presidente del Senado, por su parte, también dispone de una vivienda para uso personal. Está situada en la otra punta de Madrid, en el barrio de Vallehermoso. En concreto, en la calle Pastor.

Dispone también de tres plantas y un garaje. Durante la anterior legislatura tampoco fue ocupada por García-Escudero, que dispone de domicilio en la capital. Sí vivió allí, en cambio, su predecesor, el socialista Javier Rojo.

Esta vivienda tiene gastos fijos, como el IBI de 3.875,88 euros al año, o los 1.903,06 euros del paso de carruajes. En 2012, según informó el diario ABC, se pagaba una tasa de basura de 173 euros.

Entre los gastos variables se incluían entonces el consumo de agua (1.533,53 euros), el consumo de energía eléctrica (10.283,04 euros) y el consumo de gas (8.151,21 euros). En total, estos gastos suman 25.919,72 euros anuales, aunque el ahorro en estos conceptos por no ocupar la vivienda es menor, ya que los impuestos se siguen pagando, y la calefacción, por ejemplo, se sigue poniendo para el buen mantenimiento del inmueble.