ABC publica este lunes que presos de ETA, que hasta ahora han seguido bajo las órdenes de sus dirigentes, se están planteando el cumplimiento de la legislación penitenciaria y la búsqueda de salidas personales, al perder la esperanza de obtener beneficios solo porque el grupo terrorista haya dejado de cometer atentados.
"El colectivo está roto a pedazos", llegó a decir un preso etarra a sus familiares según este diario. El denominado 'colectivo de presos políticos vascos' (EPPK) lleva ya acumuladas muchas desilusiones porque hasta ahora ningunas de las promesas de sus abogados ha llegado a buen puerto.
Los reclusos esperaban que tras el anuncio de ETA del cese definitivo de actividad armada, se cambiara la política penitenciaria y los trasladaran a cárceles de País Vasco y Navarra. Pero el Ejecutivo ha sido claro y ha anunciado que el cese de violencia no es suficiente y lo que realmente 'vale' es la disolución del grupo terrorista.
Y no son buenos presagios para estos presos que ETA en su último comunicado reitera su decisión de perpetuarse, lo que ha caído como un 'bombazo'.
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