Yassin El Mourabet, Abdessadek Essalhi y Walid Oudra, todos ellos de origen marroquí, están imputados por los delitos de "participación activa en organización terrorista" o de "actividades de captación y adoctrinamiento para incitar a incorporarse a organización terrorista", afirma un auto hecho público este jueves.
Segun la justicia, los tres formaban parte de una red yihadista radical "operativa en España y disponible para cometer atentados". Sin embargo el auto no parece indicar que tuvieran planes y objetivos concretos o que ya hubieran adelantado preparativos para actuar en nombre de la organización terrrorista denominada DAESH (acrónimo árabe para el EI).
El juez Fernando Andreu considera que El Mourabet era el encargado de difundir las consignas del EI.
El Mourabet se habría relacionado a través de las redes sociales con una persona que afirmó ser amigo de Ayoub El Khazzani, detenido en Francia como presunto autor del ataque al tren que cubría la línea Amsterdam-París agosto pasado, según el auto.
El magistrado de la principal instancia penal española, considera que El Mourabet "habría influido de tal manera en Abdessadek Essalhi, que este habría realizado un profundo proceso de radicalización".
Este último habría después transmitido las directrices recibidas al tercero de los acusados, Walid Oudra, quien tras romper con su pareja y perder su trabajo comenzó un "aislamiento del mundo que le rodea" pasando la mayor parte del tiempo en su casa "conectado a internet tal y como describe él mismo, completando la formación ideológica radical que tutela" Essalhi.
Según el juez, que reproduce conversaciones grabadas entre ambos, se habrían retroalimentado en su "odio acérrimo a los enemigos del islam" y los dos creen que se están produciendo unos "signos del apocalipsis", al término de los cuales estarían legitimados para atentar.
"La irrealidad y subjetividad de dichos signos pone en manos de sus propias voluntades el momento exacto en el que se cumplirán los requisitos y se hallen autorizados divinamente a cometer atentados contra los que consideran infieles", afirma el auto.
Oudra llegó incluso a vigilar un centro "de practicantes de la rama sufí del Islam", cercano a su domicilio madrileño, "a los que consideraba infieles y enemigos de la religión".
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