Pujol se justifica por desactivar los actos de homenaje por su 80 cumpleaños

  • Barcelona.- El ex presidente catalán Jordi Pujol se ha justificado por haber desactivado varios actos de homenaje en su honor con motivo de su 80 cumpleaños, que celebra justo hoy.

Jordi Pujol defiende que Cataluña "debata" sobre su independencia
Jordi Pujol defiende que Cataluña "debata" sobre su independencia

Barcelona.- El ex presidente catalán Jordi Pujol se ha justificado por haber desactivado varios actos de homenaje en su honor con motivo de su 80 cumpleaños, que celebra justo hoy.

En un artículo publicado en diferentes diarios, Pujol reconoce en un tono emotivo que "por diversos conductos se han querido organizar homenajes" a su persona y admite incluso que "habría tenido lógica" que alguno de estos actos se hubiese celebrado.

Pujol, "satisfecho" por llegar a los 80 años consciente de haber estado "siempre al pie del cañón" y "al servicio" de aquello en lo que ha creído y ha amado, entiende que "no tendría ningún motivo para desairar a la gente" que le ha querido homenajear.

¿Por qué no he aceptado entonces ninguna de las propuestas de homenaje? "Porque yo soy como el chico de la hondonada", se responde inmediatamente.

La historia del "chico del hondonada", recogida en un libro que Pujol escribió a su paso por las cárceles franquistas y que recupera en su artículo de hoy, es la de un muchacho que vivía cómodamente en un oasis en pleno desierto, pero que un buen día decidió aventurarse a abandonar aquel lugar, con el objetivo de alcanzar el mar.

El chico era consciente de todos los peligros del largo viaje: el "inhóspito" desierto, los "bandidos" escondidos entre las dunas y otros obstáculos que podían derribar su "marcha hacia la libertad".

Pero entendió que el mismo camino hacia el mar era ya de por sí un triunfo: "Cada huella nueva era una victoria", reflexiona Pujol, que considera que al ver sus huellas marcadas sobre la arena otros jóvenes del oasis se decidirían a salir del desierto.

"Yo soy como el chico de la hondonada. Que había hecho un buen trozo de camino. Él ya no haría más de lo que había hecho. No pedía nada. Pedían tan solo que no se borrasen las huellas que él -y otros como él- habían dejado en el desierto. Que la tormenta de arena no las borrase. Y también pedía que alguien, o muchos, continuasen dejando huellas", proclama.

"Una larga ristra de huellas. Siempre en la buena dirección, la que lleva al respeto de su pueblo, a la paz de la gente del oasis y a la libertad", añade el ex presidente catalán.

Llegados a este punto, en el que Pujol ya entiende que ha cumplido su cometido de avanzar todo lo que ha podido en este sentido, asegura que ahora no hace falta que la gente le rinda homenaje, igual que haría el "chico de la hondonada".

"No haría falta que resonase ninguna trompeta de homenaje, ni ningún canto de aleluya. Que no se desviasen. Que no se detuviesen. Haría falta simplemente que caminasen. Esto habría sido el homenaje. Que caminasen. Y que caminasen hacia el mar", sentencia Pujol, que se siente contento porque el camino recorrido le ha hecho "feliz", porque se siente "muy acompañado" por los suyos.

Y "porque he dado el relevo, y creo que bien", concluye.

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