Putin afirma que Rusia previó la incursión georgiana en Osetia del Sur

  • El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó hoy que su país previó y se preparó para rechazar lo que Rusia considera una agresión de Georgia contra la región separatista de Osetia del Sur, que marcó hace cuatro años el comienzo del conflicto ruso-georgiano, conocido como la "guerra de los cinco días".

Moscú, 8 ago.- El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó hoy que su país previó y se preparó para rechazar lo que Rusia considera una agresión de Georgia contra la región separatista de Osetia del Sur, que marcó hace cuatro años el comienzo del conflicto ruso-georgiano, conocido como la "guerra de los cinco días".

"No es ningún secreto: había un plan y actuamos de acuerdo con él. Fue elaborado por el Estado Mayor a fines de 2006 y comienzos de 2007 y fue acordado conmigo", dijo el jefe del Kremlin a un grupo de periodistas, citado por la agencia Interfax.

Agregó que dicho plan incluía el adiestramiento de milicias surosetas.

Putin reveló que los militares consideraban que el adiestramiento de los milicianos era "perder el tiempo", pues no podían hacer frente a un ejército regular, "incluso al georgiano", pero "resultaron de gran ayuda".

Indicó que el 8 de agosto de 2008, cuando estalló el conflicto, y el día previo, él, a la sazón primer ministro, se encontraba en Pekín, y desde allí habló por teléfono en dos ocasiones con Dmitri Medvédev, el entonces jefe del Estado ruso.

Con motivo de este cuarto aniversario del estallido del conflicto, el ahora primer ministro Medvédev defendió hoy su decisión de lanzar la "operación de imposición de la paz".

"Las decisiones se tomaron justo cuando había que tomarlas. Esas decisiones afectaban a un país que hasta el 26 de agosto de 2008 reconocíamos como (parte de) Georgia", señaló Medvédev, quien hoy visitó Osetia del Sur para rendir tributo a los caídos.

Medvédev subrayó que Rusia respetó siempre la integridad territorial de Georgia y que sólo decidió actuar tras lo que tachó de "agresión directa contra ciudadanos rusos y fuerzas de pacificación rusas" en la madrugada del 7 al 8 de agosto.

La madrugada de ese día las tropas de Georgia entraron en la región secesionista georgiana e intentaron hacerse con el control de su capital, Tsjinvali, ofensiva que fue repelida por el Ejército ruso, que entró en territorio de Osetia del Sur.

La guerra ruso-georgiana, que el Kremlin denominó "operación para imponer la paz" a Georgia, concluyó con la victoria aplastante de Rusia, que llegó a tener sus tropas a tiro de cañón de Tiflis, la capital georgiana.

Tras la contienda, el Kremlin reconoció la independencia de Osetia de Sur y también de Abjasia, otra región separatista georgiana fronteriza con Rusia, que ha instalado bases militares en ambos territorios secesionistas.

Según las autoridades georgianas, el conflicto armado con el gran vecino del norte costó la vida a 170 militares, 11 policías y 219 civiles georgianos como consecuencia de los ataques y bombardeos rusos.

Rusia, que acusó a Tiflis de intentar reconquistar por la fuerza el territorio separatista, perdió a 67 uniformados, mientras que por parte de Osetia del Sur murieron 162 militares y civiles.

Según un informa de una comisión independiente que ha trabajado por encargo de la Unión Europea, Georgia en aquel conflicto atacó primero y encendió la mecha de la guerra con Rusia, pero después de provocaciones y tensiones fomentadas por Moscú.

"El bombardeo georgiano la noche del 7 al 8 de agosto a Tsjinvali por las Fuerzas Armadas georgianas marcó el inicio de un conflicto a gran escala, aunque fue la culminación de un largo periodo de tensiones, provocaciones e incidentes", señaló la investigación dirigida por la diplomática suiza Heidi Tagliavini.

Georgia, por su parte, sostiene que unos 150 carros de combate, blindados, piezas de artillería y camiones con tropas rusas habían entrado en el túnel de Rog, que une Rusia con Osetia del Sur, en la mañana del 7 de agosto, veinte horas antes del ataque georgiano a Tsjinvali.

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