Si Rajoy no se raja y Sánchez no se 'suicida' tendremos investidura

    • Después del gesto de Albert Rivera de apoyar a Rajoy con el “sí”, el panorama parece menos dramático, aunque sigue siendo complejo.

    • A nadie se le escapa que el Comité hará lo que diga Rajoy y las seis propuestas que Rivera ha bautizado como “Pacto anticorrupción” son asequibles para el PP.

Rajoy convoca al Comité Ejecutivo del PP el próximo día 17 para votar las condiciones de Ciudadanos
Rajoy convoca al Comité Ejecutivo del PP el próximo día 17 para votar las condiciones de Ciudadanos
EUROPA PRESS
JOSE LUIS ROIG

1.Antes de meterme con Rivera, Rajoy y compañía, permítanme una digresión que ilustra el nivel de incongruencia (o de estupidez) de algunas leyes que nos desamparan. En España puedes coger de la mano a tu hija menor de edad y te la puedes llevar, sin problema alguno, a cualquier centro sanitario especializado para que aborte tranquilamente. En cambio, si a esa misma menor la coges de la mano y te la llevas a una plaza de toros, por ejemplo, la de Mallorca, a ver un festejo taurino, te puede caer una multa de diez mil euros. Ahí lo dejo para que ustedes mismos saquen sus conclusiones.

2. Dicho esto, pasemos a analizar el último capítulo del culebrón político nacional: “Aquí no hay quien gobierne”.  Después del gesto de Albert Rivera de apoyar a Rajoy con el “sí”, si previamente este acepta sus seis condiciones y pone fecha a la investidura,  el panorama parece menos dramático, aunque sigue siendo complejo y no hay que confiarse en exceso, dado el percal de los políticos que tenemos.

3. El paso dado por el líder de Ciudadanos es “el primer acto de responsabilidad política que ha habido desde las elecciones”, lo ha dicho Felipe González, un ex presidente de Gobierno con gran experiencia socialista y que ya está de vuelta de casi todo; quizá por eso mismo, dice lo que piensa, aunque lo que diga no guste a la mayoría de los directivos de su partido.  En el PSOE, precisamente, sus palabras han sentado como una patada en el epicentro testicular.

4. Tras el cara a cara Rajoy-Rivera, con las seis propuestas y la fecha de investidura sobre la mesa, el presidente en funciones ha hecho lo que mejor sabe hacer: despejar balones ante los periodistas y aplazar la respuesta hasta el miércoles 17, tras la reunión del Comité Ejecutivo del PP, que es quien debe aceptar o rechazar las condiciones planteadas por Rivera.

5. A nadie se le escapa que el Comité hará lo que diga Rajoy. No sólo porque don Mariano es el “jefe” incuestionado, al menos hoy por hoy, sino porque las seis propuestas que Rivera ha bautizado como “Pacto anticorrupción” son asequibles para el PP. Además, bien trabajadas incluso le sirven a los populares para blanquear su maltrecha imagen de partido con mucha corrupción a sus espaldas. Es lo que más le molesta a Rivera –y a otros muchos- y ese es el motivo principal por el cual se han sacado de la manga este mini pacto, que es la llave para que Ciudadanos apoye con el “sí” la investidura –aún sin fecha- del candidato del PP.

6. Al margen de que las condiciones exigidas por Ciudadanos no son muy “dolorosas” para los populares (recuerdan mucho a las impuestas a Cristina Cifuentes, y ella y el partido las suscribieron), Mariano Rajoy no tiene otra salida que aceptar el envite de Rivera. Si no lo hace, se convertirá en el gran bloqueador de su propia investidura, y dará la sensación de que huye del “Pacto anticorrupción”, algo tan nefasto para sus intereses que casi resulta imposible de pensar.  El PP deberá hacer algún gesto de cara a la galería –por ejemplo, cargarse a Rita Barberá, algo que no le quita el sueño a Rajoy- para que en Ciudadanos se queden tranquilos y esa pretendida regeneración se note algo. Pero, insisto, es imposible que Rajoy se raje ante las propuestas de Rivera.

7. Otra cuestión es el PSOE, que pasa ahora a representar el papel de “perro del hortelano”, ni come ni deja comer. Si el apoyo de C’s se consuma y Rivera y Rajoy se dan el sí, el PP tendrá 170 escaños con la suma de la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas. Y claro, la disyuntiva que tendrá Pedro Sánchez será letal: si no apoya, al menos con seis abstenciones –la mayoría es 176-, será el causante de que haya unas terceras elecciones. En cambio, si apoya, o mejor dicho, permite la investidura y se convierte en un político responsable, como pide Felipe González, siempre podrá decir que lo ha hecho por España, que él antepone la razón de Estado a su inquina natural a Rajoy y el PP.

8. Rajoy ha decidido tomarse cuatro días de vacaciones para reflexionar y cargar las pilas.  Sobre todo, porque España hasta el 16 de agosto se queda paralizada por completo y sólo hay en estas fechas dos tipos de personas: los que disfrutan de vacaciones, y los que trabajan para que disfruten los que están de vacaciones. También dicen en el entorno marianista que es para transmitir una mayor sensación de tranquilidad y normalidad a la ciudadanía. En el fondo tiene su lógica, si Rajoy se quedara en Moncloa trabajando cundiría el pánico, todos pensarían que España está peor de lo que dicen, y eso sí que sería letal.

9. Si Rajoy no se raja ante las propuestas de Rivera, que seguro que no lo hará por su bien, tendremos pronto investidura, y se abrirán otras complejas incógnitas, de las que ya hablaremos en su momento. Una ansiada investidura que llegará siempre y cuando el PSOE no quiera reinventar la ruleta rusa política. Es decir, ser el “culpable” de que haya ¡terceras elecciones! y jugarse su ser o no ser en las urnas. Tal y como está el ánimo y la indignación de los españoles es difícil creer que la actitud de Pedro Sánchez fuera premiada en esa nueva convocatoria con algo más que un estrepitoso fracaso electoral, el tercero en su cuenta particular. Pero nunca se sabe. En España los políticos son muy raros y los hay que no se cansan de acertar.

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