Reactivada una causa por secuestro tras reconocer a los etarras en la prensa

Madrid.- El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz reactivará la causa abierta en septiembre de 2008 sobre el intento de secuestro que sufrió un jardinero en Alcobendas (Madrid) después de que la víctima haya reconocido en la prensa a dos de los etarras detenidos la semana pasada como sus captores.

Así lo han confirmado a Efe fuentes jurídicas, que han señalado que el hombre vio en un diario gratuito de Madrid las fotografías de dos de los supuestos miembros del "comando Otazua" arrestados en Vizcaya -Daniel Pastor y Lorena López- y lo puso en conocimiento del magistrado mediante un escrito al que adjuntaba el recorte del periódico.

Según las fuentes consultadas, Pedraz tomará declaración al jardinero y aprovechará alguna de las comparecencias que los presuntos etarras deben realizar en su Juzgado -donde tienen cinco causas abiertas- para interrogarles por el secuestro.

El magistrado había archivado el 5 de julio de 2009 las diligencias abiertas por estos hechos, al descartar que ETA estuviera detrás del secuestro, pero reactivará la investigación tras la denuncia de la víctima.

Según el jardinero, el 15 de septiembre de 2008, cuando se encontraba de baja médica, fue abordado por dos individuos, que le confundieron con un concejal, y le obligaron a subir a un vehículo al tiempo que le encañonaban.

Tras identificarse como miembros de ETA, y ya dentro del coche, los secuestradores comprobaron con una fotografía que la persona a la que habían retenido no era la que querían raptar, por lo que pasados unos minutos le obligaron a bajar del automóvil con la advertencia de que no avisara a las Fuerzas de Seguridad hasta pasado cierto tiempo.

Poco después, el hombre se encontró con una patrulla de la Guardia Civil y relató lo ocurrido a los agentes, que trataron de localizar el vehículo de tipo monovolumen, del que conocían la marca y el color, pero no la matrícula.

La Fuerzas de Seguridad dieron credibilidad al relato del jardinero e informaron sobre lo ocurrido al juez de guardia de la Audiencia Nacional, que esa semana era Pedraz, aunque fue su compañero Fernando Grande-Marlaska el que abrió diligencias ya que el primero estaba en Washington asistiendo a unas jornadas sobre terrorismo.

A los pocos días del rapto, Marlaska interrogó al secuestrado, al que otorgó la condición de testigo protegido.

Después de varios meses de investigación, se descartó el móvil terrorista y las actuaciones quedaron en manos de un Juzgado de Alcobendas.