Reconoce que estafó 20.600 euros a una prima con alzheimer y acepta 6 meses

Madrid.- La acusada de estafar 20.600 euros a una prima suya enferma de alzheimer, a la que iba a visitar a la residencia de la tercera edad de Morata de Tajuña (Madrid), donde residía, ha reconocido hoy los hechos y ha aceptado seis meses de cárcel, tres años y medio menos de lo que pedía el fiscal en un principio.

"Sí señoría" ha sido la escueta respuesta de la acusada, María C.O., de 59 años de edad, cuando el tribunal de la sección quince de la Audiencia Provincial de Madrid le ha preguntado si reconocía los hechos y si aceptaba el acuerdo de conformidad al que habían llegado las partes.

El Ministerio Público, que acusaba a María C.O. de un delito de estafa, ha aplicado a la pena pedida inicialmente -cuatro años- el atenuante de reparación del daño, ya que ha devuelto antes de la vista oral la cantidad sustraída a su prima en 2005.

La procesada también deberá pagar una multa de 270 euros en lugar de los 3.600 que le pedía el fiscal en su escrito provisional.

Según dicho relato, María C.O. aprovechó el estado mental de su prima, María F.M., para sacarla a almorzar de la residencia "Isla Taray" (Morata de Tajuña) y llevarla a una sucursal bancaria de la citada localidad, donde tenía dos cuentas bancarias.

Una vez allí, consiguió que la víctima modificase la titularidad de sus cuentas y le pusiese a ella como segunda titular, la cual, los días 10 y 24 de mayo de 2005 retiró 4.000 y 16.600 euros, respectivamente.

María F.M. fue incapacitada por sentencia dictada por el Juzgado de primera instancia número 4 de Arganda del Rey el 27 de septiembre de 2005.

El abogado de la acusación particular, que pedía cinco años de prisión para la acusada, ha explicado a Efe que este tipo de estafas es habitual que "las pretendan" hacer algunos familiares y vecinos, especialmente contra personas que están solos en sus viviendas, en situaciones de "casi abandono" a pesar de tener hijos.

En el caso de María F.M. fueron otros familiares que recogían habitualmente su correspondencia los que se dieron cuenta de que el banco no mandaba ningún extracto y, al ir a preguntar, la entidad bancaria les informó de que los enviaban a la acusada al haberse cambiado la cuenta.